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Las clases comenzaron formalmente. Los profesores se encargaron de dar una introducción a sus materias. MinHo ya comenzaba a sentirse inútil, no estaba siguiendo el ritmo que sus compañeros sí, algunas cosas que explicaban los docentes no se retenían por mucho tiempo en su mente y eso le disparaba los nervios. De nuevo las dudas e inseguridades golpeaban su puerta, ¿lo estaba haciendo bien? ¿sería un profesionista decente en el futuro?

En una de sus seis materias que llevaba, el docente trabajaba con teoría y práctica por lo que forzosamente tendrían que formar equipos, ya que los laboratorios no eran tan grandes para que cada quien trabajara por su cuenta. 

—Yo les propongo dos alternativas —informo, mirando fijamente a cada uno—. Pueden hacer los equipos por su cuenta o los puedo formar yo. Ustedes decidan.

Los estudiantes se miraron entre sí y en silencio llegaron a un acuerdo, todos asintiendo cuando alguien respondió.

—Usted hágalos, doctora.

La profesora comenzó a formarlos aleatoriamente, y cuando los tuvo listos MinHo no lo podía creer. 

Han JiSung en su mismo equipo.

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Después de esa clase introductoria donde no explicó más que lo básico y terminología que estarían usando de ahora en más, llegaron las exposiciones. En esa misma materia, de forma individual estarían explicando una lectura.

Y hoy era ese día, para Minho todo comenzó mal. El bus que lo dejaba en su facultada nunca pasó, por lo que llegó tarde ese día y desde ahí comenzó a sentirse muy mal. Pésimo.

Cuando por fin, después de varios altercados llego a la facultad, sentía un pesar terrible sobre sus hombros y en deuda con su equipo así que tuvo la iniciativa de pasar él a exponer.

—Hola, buenos días. Soy Lee MinHo del equipo tres.

Aún cuando los nervios lo consumían por dentro, transmitió con todo su interés lo que aprendió y comprendió de la lectura. Cuando termino los aplausos llenaron el aula, la doctora lo miraba con un brillo peculiar.

-Debo decir que me ha gustado su exposición, se puede percibir que disfruto de la lectura y la comprendió. 

"No sabe cómo sufrí para comprender". Se dijo MinHo.

De esa exposición nació su fama de "inteligente". 

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Un par de meses después Han JiSung derribó su fama y se la colocó a él mismo. 

Él sabía más que cualquiera ahí presente, su mente trabajaba a mil por minuto y desde el exterior se percibía que era fácil para él comprender los nuevos temas.

Y MinHo comenzaba a pensar en él y verlo con más interés. No podía ignorar nada que viniera de él y de pronto toda su atención estaba sobre lo que hacía. Intentaba leerlo, y no era por nada pero para MinHo era sencillo leer a las personas con solo observarlas.

Pronto descubrió que era muy tímido, inteligente pero en los exámenes usualmente no le iría tan bien, le gustaba jugar básquet, y su animal favorito eran los perros.

Trabajar con él era sencillo, MinHo descubrió que su equipo en la materia donde compartía con JiSung, era fácil de llevar y de alguna forma se complementaban.

Pero todo marcó un inicio en esta historia cuando en una práctica de campo, JiSung se lució con ser el primero en lograrla, demostró que era fuerte y que su fama de "perfecto" no era un chiste.

El corazón de MinHo latió con fuerza cuando lo vio demostrar lo capaz que era.

JiSung era totalmente su tipo.

So Bad ; MinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora