𝑴𝑰́𝑶 ~ 𝑯𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙

𝐸𝑝𝑖́𝑙𝑜𝑔𝑜: 𝐹𝑒́𝑙𝑖𝑥

Minho no se había hecho a la idea de que Hyunjin y yo estuviéramos juntos, pero estaba bien porque no había nadie que prefiriera tener a mi lado. Las noticias de nuestro embarazo rompieron las expectativas de todos y aunque mis padres estaban felices por Hyunjin y yo, ellos estaban preocupados por Minho y su reacción a todo.

—Me encanta verte redondo, y caminando así. Podría mantenerte así por el resto de nuestras vidas. —Hyunjin se rio, presionando un beso contra la parte posterior de mi cuello. Me acababa de deslizar en el único camisón que me quedaba bien.

—Estoy horrible, y simplemente no puedo esperar a dejar de estar embarazado —gemí girando para enfrentar a Hyunjin. Un ceño fruncido marcó sus hermosas facciones.

—No puedo tenerte siendo horrible, así que supongo que vamos a esperar un poco antes de darle a Jisung un hermano o hermana.

Una sonrisa se dibujó en mis labios. Hyunjin era lo mejor de todo lo que la vida tenía para ofrecer, por lo que sabía, sería el mejor papá para nuestros hijos, sin importar cuántos tuviéramos.

—¿No tienes miedo? —le pregunté.

Hyunjin me miró desconcertado como si dijera ¿a qué te refieres? Hablé con Jeongin una o dos veces sobre mis miedos sobre el embarazo y crianza, pero él no entendía ni la mitad de las cosas que atravesaba debido a que ni siquiera estaba con alguien todavía.

—¿Miedo? ¿De qué? —La voz de Hyunjin era baja, y sensual haciendo que mis pezones se endurecieran contra mi camisón.

—De ser padre. De tener un bebé. —Parpadeé, apartándome de mis propios pensamientos.

—Nadie es un padre perfecto. Aprendes sobre la marcha. —Lo hacía sonar tan simple, sin preocupaciones. Luego estaba el peso adicional y el hecho de que Minho no había hablado con casi nadie y eso preocupaba a mis padres, a Hyunjin y a mí.

—Está bien, ¿y qué hay de todos mis otros miedos? —espeté sin pensar en lo que iba a decir.

—Lo que sea de lo que tengas miedo me encargaré de ello. Te protegeré a ti y a nuestro bebé de cualquier cosa mala. —Una calma que solo Hyunjin podía darme me bañó. El sonido de nuestros corazones latiendo juntos se filtró en mis orejas.

—Quiero que Minho esté bien con nosotros. Quiero casarme y tener más hijos. Quiero recuperar todo el tiempo perdido...

—Shhh, lo haremos, bebé. Te haré mi esposo, tan pronto como sea el momento adecuado. Quiero que las cosas con tu hermano se suavicen también. No quiero lastimarlo más de lo que ya hicimos. Todo estará bien. —Hyunjin me acunó en su pecho y supe que estaba diciendo la verdad.

Todo a su debido tiempo estaría bien.

Con una familia propia para querer, tendría todo lo que alguna vez quise o necesitara en la vida. Podría no haber tenido al príncipe azul, pero tenía a un hombre encantador y se había robado todos y cada uno de los pedazos de mi corazón.