capitulo 33.

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Mia Danvers.

– ¿¡Dónde está Tae!? ¿¡dónde está mi hijo !? – dije recalcando el "Mi"  furiosa mientras me jalaba del agarre de las cadenas.

El llanto de Tae seguía resonado en el lugar pero era diferente a lo que había escuchado, era como si estuviera en otra habitación.

– ¿ Tu hijo ?- sonrió – yo fui quien lo dió a luz – dijo tomando un mechón mi cabello mientras lo miraba.

– tu renunciaste a él – dije apartando mi cabeza haciendo que soltara mi mechón de cabello.

– ya me retracté – dijo para así tomar mi cabello desde la raíz para después jalarlo hacia atrás con fuerza. No iba a darle el gusto de ver mi cara de dolor así que me aguanté incluso de emitir sonido alguno y miré fijamente sus ojos. – y tú, no vas a ser obstáculo para recuperar lo que es mio – dijo con enfado entre dientes – ¿ Oíste  maldita perra ? – dijo para así soltarme con brusquedad haciéndome casi caer completamente al suelo, de no ser por las cadenas que me sostenían quiza lo hubiera hecho.

– peleas algo que jamás fue tuyo - sonreí mientras  me incorporaba – ni lo será jamás – la miré para después recibir una bofetada de su parte al instante.

– si no es mío menos será tuyo, ¡si no es mío no será de nadie !– dijo perdiendo la paciencia mientras me dirigía una mirada digna de un psicópata. – si me disculpas, debo de ir a ver a mi hijo - dijo mientras suavizaba su expresión y sonreía haciéndome enojar aún mas, se levantó para después girar sobre sus talones dándome la espalda para así abrir una puerta de madera – (habla italiano)– no le den ni comida ni agua, pobre de aquel que le dé algo – dijo para así mirarme por encima del hombro – que se muera de hambre y sed lentamente... Será divertido – dijo para así sonreír y mirar a las personas de afuera.

En ese momento uno de ellos el cual iba cubierto de la cara totalmente cerró la puerta dejándome nuevamente sola.

MINA

⚠️ La siguiente parte puede ser ofensiva para algún lector, contiene lenguaje inapropiado y maltrato infantil. Eres libre de brincar está parte a la siguiente. ⚠️

– ¡ CALLEN YA AL MALDITO MOCOSO ! – dije furiosa provocando que llorara aún mas fuerte mientras  entraba a la habitación donde estaba.

– quizás tiene hambre señorita – dijo de los hombres que sostenía al mocoso en sus brazos.

– ¿ y eso a mí que ? – dije secamente para así sentarme – CALLALO – dije entre irritada por su llanto para luego masajear mis sienes con mis dedos. – no me interesa como lo calles pero hazlo, no me interesa lo que le pase.

– ¿y si está herido ? o quizá esté golpeado internamente – dijo nuevamente haciéndome perder la poca paciencia que me quedaba.

– que parte de NO ME INTERESA LO QUE LE PASE ¿NO ENTIENDES ?- me levanté bruscamente para así dirigirme a él y quitarle bruscamente al mocoso – ¡ CÁLLATE MALDITO MOCOSO! – Dije gritándole en la cara – ¡ CÁLLATE! – Dije furiosa para así estrujarlo con fuerza provocando que este se comenzara a poner morado del rostro mientras sus manos estaban abiertas y temblaban – ya se calló – se lo dí con brusquedad nuevamente para así ir a la puerta. Finalmente el mocoso comenzó a llorar y está vez con más fuerte que antes, si no fuera porque lo necesito ya me habría desecho de él.

Una  mamá para mí bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora