capítulo 24

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Alan

Era lunes por la mañana, hoy era uno de esos días de marzo dónde el sol brilla radiante mientras que el viento que sopla es frío, conducía a la universidad cuando me detuve en un semáforo, por obra del destino miré hacia un lado y entonces lo ví ... El primer amor de Mia.
Las luces cambiaron entonces se alejó a toda velocidad en su auto, conduje de la misma forma detrás pero no logré alcanzarlo.

- ¿pero qué hace él aquí ? - dije con el ceño fruncido mientras conducía a la universidad.

Desde que Mia y Darren habían hecho público su compromiso había muchas chicas fuera del aula de clases, suspiré profundamente y abriéndome paso entre todas entré, miré a Darren y los chicos así que caminé a ellos.

después de aquella charla con karla y después de días de pensarlo llegué a la conclusión que lo que karla me había dicho era cierto, debo dejar ser feliz a Mia... es lo que mas deseo para ella en este mundo, quiero que sea feliz aunque no sea conmigo. Así que me declararé a ella para que me rechazase y así poder seguir .

Me senté en mi lugar entonces el profesor entró al aula para así comenzar con la
clase.

Mia Danvers

Estaba en clases cuando mi celular vibró, discretamente lo ví por debajo de la mesa.

- ¿Alan? - susurré y desbloqueé mi celular

Alan

- hola ¿ Cómo estás ?

Hola, estoy bien y tú ¿cómo estás?-

- estoy bien gracias

Me alegro por ti -

-Mia

¿Que ocurre?-

- ¿podemos vernos hoy por la tarde después de la universidad?...Necesito hablar contigo

Claro ¿ Dónde ? -

- en la cafetería dónde solía trabajar

De acuerdo, no vemos allá-

Fin de la conversación .

Suspiré levemente y puse atención a lo que quedaba de la clase.

Horas más tarde ya una vez que salimos de clases tal y como dijo Alan fui a la cafetería, al llegar me senté en una de esas mesas que estaban pegadas a la ventana, de alguna forma siempre me había gustado sentarme en ellas porque dan una buena vista.

Alan Hernández

– hablemos – dije antes de ir a mi auto a Darren.

Me miró en silencio para así asentir lentamente, caminamos por el pasillo hasta el estacionamiento. Una vez que llegamos lo miré.

– voy a decirle a Mia lo que siento por ella – dije sin más haciendo que este se tensara de inmediato. – la cité en la cafetería donde antes trabajaba, hoy después de clases por si quieres ir a evitarlo – sonreí para así verlo negar mientras sonreía y su cuerpo se relajaba.

– No es necesario porque se que me escogerá a mí – sonrió.

– Tch...a veces eres muy engreído – sonreí para así mirar a otro lado.

Una  mamá para mí bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora