II. El MIEDO ESTA CON LA VALENTIA.

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CAPITULO DOS.

"EL MIEDO ESTA CON LA VALENTIA."

"El miedo es la sombra oscura que la valentía siempre lleva a su lado, un recordatorio de los desafíos que enfrentamos." 

Temores, ¿Quién no los tiene? Podrás temerle a la oscuridad, insectos, caballos, etc. Es una sensación humana totalmente normal, nadie podría huirle tanto tiempo porque llega el momento de enfrentarlo, entonces ¿Por qué están difícil?

Las nauseas regresaban en cada comida ofrecida al igual que la medicina, miedo a que llevaran veneno o algún insecto, Alicent vivía, aunque parecía mentira; la agonía de su vida pasada en especial sus últimos momentos. Cierto, tiene que recordar que este es el castigo, no debe dejarse llevar por el miedo si no estaría siendo más débil, más inútil.

Junto todo el coraje y determinación que le quedaban y trago, teniendo en cuenta las espinas que apretaban en su garganta siendo invisibles, dificultándole la tarea de digerir la medicina y cuando lo logro, los ojos gentiles de la Reina Aemma, le recibieron.

—Bien hecho, querida.

Una semana en esa situación, donde Alicent vomitaba lo poco que comía minutos después que incluso la pérdida de peso tan repentina alarmo a los tres maestre que comenzaron a atenderle por orden de Rhaenyra, la joven princesa llevaba a cabo los tramites sobre la información con Viserys en cuanto el trabajo sucio de Otto, retrasándose la sentencia para disgusto de la pequeña Beta.

—Gracias, majestad—agradeció con timidez, inquieta, nerviosa.

Poco había interactuado con Aemma Arryn en su anterior vida a parte de las visitas de Rhaenyra donde ella le tenía que acompañar. La reina jamás demostró disgusto hacia ella, pero sabia que su presencia no era bienvenida en esas visitas, incomodaba.

—Mi hija, estará feliz de saber este pequeño paso—informo la omega, levantándose con el cuenco—. Si seguimos en este pequeño ritmo, tu salud mejorar de forma satisfactoria.

Alicent sabia que era mentira, su cuerpo no mejoraría por orden de Vaghar, seguiría débil y casi enfermizo como pago. Sin embargo, no le imposibilitaría su deber con los Targaryen, tendría que usar su debilidad como un arma, tal vez mantenerse cerca de la reina para ayudarla con los partos... de todas formas Otto ya no estaría aquí mientras los pequeños hermanos de Rhaenyra nazcan, su padre ya no haría de las suyas.

—Majestad—llamo—... ¿Sabe por que Rhaenyra, esta tan tensa conmigo?

Su amiga podrá preocuparse y mover cielo y tierra en esos momentos por ella ya que fue testigo de las acciones de Rhaenyra, pero no quitaba el hecho de la forma tensa que se mantenía a su lado y lo rápido que se retiraba de las habitaciones dejándole al cuidado de Aemma.

—Esta estresada y preocupada, no debes preocuparte, Rhaenyra solucionara lo que le mantiene así.

Alicent asintió, mirando las damas pasar, su baño estaba listo... le ayudaría a bañarse.

El vestido gris con celeste resaltaba sus mechones casi rojizos, holgado para su comodidad y casi lleno detalles con dragones dorados, su piel pálida fue maquillada con un ligero rubor, no hubo más por indicaciones de Aemma, haciendo esto para subirle el animo a Alicent, lográndolo.

La mujer comenzó a trenzar su cabello sin tirarlo con brusquedad, al hacerlo lo realizo con cariño y elegancia. Relajando a Alicent durante el proceso, llegando a olvidar los nervios y sonriendo anonada por los pequeños mimos brindados.

—Tu cabello es hermoso.

—Gracias, me lo cuido tanto como puedo, le gusta a Rhaenyra...

—Oh—Aemma, soltó una risita traviesa—. Entonces le encantara con este peinado.

EL CAMBIO GRACIAS A LOS DIOSES 《ALICENTXRHAENYRA》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora