El rey Gladiador y el Señor de Ultramar ( Warhammer Fanfic)

Angron / Prologo

Esto es una mescla de otra historia mía , el libro de la heerejia de Angron , un fic abandonada etc, así que disculpen si es algo confuso

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Estaba cerca de fin de año, el invierno casi había terminado.

El clima ya había empezado a calentarse y la nieve empezó a derretirse. El aguanieve, una combinación de lluvia y nieve parcialmente derretida, comenzó a caer sobre la provincia de Desh'ea. Comenzó como una suave y ligera llovizna, pero las nubes que se acumulaban en el cielo eran oscuras como algodón ceniciento, y pronto desataron un pesado torrente sobre la tierra como una palangana rebosante de agua.

Las lluvias no fueron bien recibidas por la gente, ya que seguía siendo tan fría como el invierno que pasó. La tormenta permaneció durante algún tiempo y sus lluvias enmascararon la presencia de una nave espacial extraterrestre que volaba a baja altura sobre el horizonte. Su silueta translúcida, invisible para la mayoría de los ojos, aparecía de vez en cuando mientras las gotas caían en cascada sobre su superficie.

Sigilosamente, se deslizó por el aire en dirección a las montañas. Tan pronto como alcanzó la cima de la meseta Desh'elika, descendió.

Al aterrizar, un grupo de guerreros desembarcó del barco y realizó un rápido escaneo del área a su alrededor. Estos guerreros, provistos de elegantes armaduras y esbeltos cascos ovalados, no eran humanos sino eldars. Estaban dirigidos por un Vidente, un psíquico xeno menos conocido llamado Laftan Moonsinger.

Salió de la nave con la mano en la empuñadura de su espada mientras desafiaba la lluvia torrencial. La fría bofetada del aguanieve contra su rostro ayudó a mantener sus sentidos agudos y alertas, un hecho que le consoló porque sabía que lo necesitaría dada su tarea.

Durante mucho tiempo, Moonsinger había estado plagada de visiones de una tormenta que se avecinaba, una tormenta de sangre y acero que amenazaría a la galaxia misma, lo que la llevó a reunir un grupo de sus aliados de confianza y partir para encontrar la fuente de sus pesadillas. La llevó a Nuceria, un mundo humano avanzado que se inclinaba hacia la autocomplacencia y el hedonismo tal como lo había hecho su gente hace mucho tiempo.

A pesar de todas sus imponentes agujas, sus enjambres de colmenas y sus enormes complejos, el mundo del hombre seguía arraigado en la decadencia. Por una vez, en su larga búsqueda, empezó a tener sentido.

La tormenta se estaba gestando allí, allí mismo, en ese mundo bárbaro. Lo que fuera que estuviera por venir, lo apagaría por el bien de todos.

"Ponte en posición". Dijo simplemente, ya que no había necesidad de pedidos largos. Sus guerreros sabían lo que había que hacer, tenían siglos de experiencia de su lado. Moonsinger esperaba que fuera suficiente.

Esperaron pacientemente lo que seguramente vendría después. Nadie dudaba de las visiones del vidente, porque la previsión había sido durante mucho tiempo el mayor don que poseían los Aeldari, y hacía tiempo que lo habían dominado hasta convertirlo en una forma de arte. La propia Moonsinger, aunque bastante joven para ser una vidente, era una mística talentosa. Ella no podía estar equivocada. Y, sin embargo, a medida que pasaban las horas, las débiles punzadas de incertidumbre se abrieron paso en las mentes de los guerreros de aspecto.

Se levantó el telón de la tormenta y los cielos bañaron la tierra de luz. Los guerreros eldar se relajaron, pero mantuvieron la guardia alta. La sensación molesta volvió a ellos una y otra vez, hasta que más tarde vieron que su paciencia daba frutos. Alzando los ojos hacia el cielo, los eldar contemplaron una bola de fuego rojo que surcaba las nubes. La estrella fugaz errante se dirigió directamente a la cima de las montañas Desh'elika, a sólo unos kilómetros de la posición de Moonsinger.