Capítulo 11: Rivalidad como una guerra fría

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Las otras invitadas se ofendieron visiblemente por sus palabras. Tenían que saberlo. El Emperador estaba enamorado de su concubina y no le importaba su reina.
Wuxian abrió la boca para decirle algo a Yanli, pero alguien entró en la habitación. "Baronesa Phelps." Wuxian se sorprendió al escuchar esa familiar voz.

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Chengmei entró en la habitación y miró a Yanli con una rara y helada expresión en la cara. Wuxian se sorprendió por el repentino actuar extraño que había tomado su hermana gemela -Nadie aquí quiere saber sobre su vida privada y la del Emperador- dijo Chengmei
-Pensé que todos querían saber- respondió Yanli con una sonrisa, pero la fría expresión de Chengmei no cambió -Te equivocas- dijo Chengmei bruscamente -Y como parece no saber nada, le diré que la reina acepta al emperador sólo en días señalados. Ella no puede servirle en todo momento. Ese es el trabajo de alguien menos noble que ella- la cara de Yanli se endureció. Chengmei parecía insinuar que Yanli no era nada mejor que una prostituta. Sin embargo, la expresión de la concubina se relajó ligeramente y rebatió las palabras de Chengmei -Sería una tragedia si ella no pudiera ni siquiera servirle en los días señalados-
-Señorita Yu- advirtió Wuxian en voz baja, debería terminar esto rápidamente antes de que el ambiente de la fiesta de té empeore. Cuanto más se prolongara esto, más sufriría su propia imagen -Incluso aunque sea baronesa, no tiene permitido hablar de la vida privada de la reina-
-¿Entendido?- Yanli puso una mirada pensativa. -Quién sabe. Si simplemente lo considera un problema privado de Su Majestad... ¿no sería también un problema de sucesión?-
-No es algo de lo que usted, Señorita Yu, tenga que preocuparse. Entiendo que está más interesada en la Familia Imperial por su proximidad a Su Majestad, pero hay una línea que no puede ser cruzada. Soy la reina del país, y eso significa que soy la esposa oficial de Su Majestad. ¿Hay alguna amante en el mundo que pueda hacerle frente a la legítima esposa de la casa?-
-...-
Era una forma educada de haceele saber que: La concubina debería dejar de inmiscuirse en el tema. Una sonrisa insincera se formó en la cara de Yanli. No dijo ni una palabra más. Wuxian se preguntaba si era porque no quería o porque no podía, Wuxian suspiró en su interior. Trató de mantener su cara calmada, pero su mente estaba agitada. En cambio, tomó la delicada taza de porcelana que tenía delante, inhaló el aroma del té unas cuantas veces, y luego cambió el tema de conversación.
-Ah, ahora que lo pienso, ¿no se casará pronto la hija del Conde Ouyang?-  la conversación de las mujeres duró mucho más de lo que Wuxian esperaba, pero al menos el estado de ánimo mejoró considerablemente desde el principio. Sorprendentemente, Yanli se quedó hasta el final de la fiesta, y aunque intervino con algunos comentarios aquí y allá, todas las mujeres de la nobleza la ignoraron. Por ahora, la posición de Wuxian era más fuerte que la de la concubina, pero sabía que podía ser revertida en un instante. Si no tenía el favor del Emperador, tenía que fortalecer su propio poder. Era la única manera de sobrevivir a un futuro complot de la amante.
Después de la fiesta de té, Chengmei se acercó tranquilamente a Wuxian. El humor de Chengmei parecía más oscuro que cuando Wuxian la vio por última vez, y miró a su hermana con preocupación grabada en su cara -Hermana, te ves triste. ¿Qué te pasa?-
-¿Preguntas qué pasa?- Chengmei temblaba como si no pudiera creer que su hermana no lo supiera. Wuxian se dio cuenta de que estaba hablando de Yanli, y ofreció una sonrisa casual -Estoy bien, hermana- dijo Wuxian con voz tranquila -Pero yo no lo estoy, Su Majestad, quiero decir, A-xian. ¿Por qué dejas que esto suceda? ¿Es la concubina siempre tan irrespetuosa contigo?-
-No, fue sólo hoy- respondió Wuxian, en realidad, algo similar sucedió hace unos días, pero ella decidió no mencionarlo. Si lo hiciera, tendría que hablar también de la actitud del Emperador. Wuxian sonrió y le habló con una voz reconfortante a su hermana. -Estoy bien. No discuto con la señorita Yu, es lo de siempre-
-...Se burló de ti en la fiesta, A-xian- dijo Chengmei, su voz temblorosa ante la ofensa. Wuxian miró a su hermana con una expresión mixta y abrió la boca para decir algo, pero ella fue más rápida -¿Hice... hice algo malo, A-xian? ¿No debería haber venido?- -A-yang, eso no habría cambiado la situación. Simplemente estabas allí de pie- Wuxian agarró a Chengmei y la abrazó -Prefiero que estés aquí, hermana-
-Ah...- las lágrimas que Chengmei había estado conteniendo finalmente se derramaron sobre sus ojos y corrieron por sus mejillas. Ella sintió pena por poner este tipo de dificultades sobre Wuxian. Como si Wuxian entendiera los sentimientos de su hermana, apretó más su abrazo alrededor de su querida gemela. -Es mi elección. Me ofrecí como voluntaria-
-A-xian-
-A-yanh, ¿respetarás mi decisión?-
-... Lo haré- Chengmei limpió sus lágrimas, y el corazón de Wuxian se apretó cuando vio los ojos enrojecidos de su hermana. Se obligó a sonreír. Chengmei casi siempre quería ver su sonrisa.
-Por favor, saluda a mamá. Dile que estoy bien-dijo Wuxian, la marquesa Wei tenía un leve resfriado y no pudo asistir a la fiesta de té de hoy. Chengmei asintió con la cabeza, besó la frente de Wuxian y le dio otro abrazo de despedida. A Wuxian le rompió el corazón el hecho de que sólo había pasado poco tiempo con su hermana, y ya tenía que separarse una vez más. No tenían otra opción más que esperar.

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