~1~

144 10 8
                                    

El día era normal. Todos caminaban de un lado al otro por aquellos pasillos. Cada quien metido en su propio mundo. Algunos adultos tomaban su café mientras charlaban o corregían, y otros, iban de oficina en oficina trabajando. Los jóvenes aprovechaban aquellos minutos de descanso ya sea para estudiar o hablar, como era el caso de Hanna y sus amigas.

–¡Dios! ¡Esa vieja me tiene harta! -se quejó Hanna -¿Cómo pretende que hagamos un resumen entero de toda la unidad en dos días? Ella estuvo como 3 meses dándonos todos los temas. La edad le quemó muchas neuronas.

–Jajaja, tenele compasión Hanna. Esa mujer se está por jubilar -dice su amiga Angela.

–¿Y? Mejor. Que se vaya de una vez y deje de molestar -Angela no dejaba de reírse -Hablo en serio. Apóyame en esta Valentina.

–A mi no me metas. Yo estoy encantada con la tarea. Pretendo ser el último 10 que vaya a poner esa mujer en su vida -dice con arrogancia la rubia.

–¡Ush! No se ni para que te hablo. Vos no te cansas de chuparle las medias a la profesora. El resumen lo debes tener hecho hacer treinta años.

–¡Hey! Yo no le chupo las medias a nadie. No es mi culpa que te haya ido mal el bimestre pasado.

–¡No fue mi culpa! La vieja esa me tiene bronca.

–Yaya, dejen de pelear. Nos van a terminar gritando por hacer escándalo -dice Angela intentando calmar a sus amiga -Mejor aprovechemos para descansar. Vean el lado bueno de este día. Luego de Matemáticas tenemos clase de Dibujo!

–Es verdad. La mejor parte del día es la clase de Dibujo. Y poder ver a la profesora Angie con una de esas sonrisas que tiene siempre -dice Hanna contenta. Ella revisa la hora en su celular y ve que faltan 4 minutos para la siguiente clase -Bueno chicas. Iré a buscar algo al locker, las veo en el aula.

Hanna se va en dirección a donde se encuentran del locker cuando de la nada siente una mano agarrando su muñeca y arrastrándola hacia un aula vacía. Ella se asustó hasta que vio quien la había agarrado.

–Angie! Me asustaste -reclama viendo a la mujer rubia que tenía enfrente.

–Perdón cariño. Solo quería poder estar a solas contigo y darte un beso de buenos días -dice la rubia abrazándola por la cintura y dándole un tierno beso en sus labios.

La menor se sonrojó y siguió el beso -Sos una boba, jajaja.

–Así me amas -dice volviendo a besarla.

–Pues claro. Aunque estés loquita sos mi novia -dice Hanna.

Angie sonríe -¿Cómo te fue en la primera clase?

–Horrible. Tuve que verle la cara a la vieja de la profesora Clara. Si no fuese tan jodida esa profesora, esa materia podría ser mi favorita.

–Querrás decir tu SEGUNDA clase favorita -dijo Angie, recalcando la palabra "segunda".

--¿Cómo que segunda? ¿Cuál es la primera, según vos? -pregunta haciendo que Angie frunza el ceño.

–La mía, obvio -Hanna ríe y le da otro beso -¿Acaso no es así?

–Claro que es así. Amo las clases de dibujo. Jamás me perdería ninguna -dice dándole tiernos besos. -¡Es más! Te mostraré lo que hice la última clase.

Hanna saca su celular y le muestra una foto del último dibujo que hizo. Era un dibujo de Angie super detallado mientras daba clases.

–Pero cariño, no era eso lo que debías hacer -dice riendo.

–No importa, vos te veías más bonita que la compañera que posaba. Me fue inevitable.

--Madre mía, sos un desastre -dice riendo. Besa su mejilla y Hanna toda feliz vuelve a guardar su teléfono. -Bueno cariño, nos vemos luego. ¿Te parece?

Lindas coincidenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora