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Hanna, como buena alumna, había llegado segunda al aula. La primera siempre era su amiga Valentina.

–¡Holis! ¿Cómo estás? –pregunta Hanna sentándose al lado de su amiga.

–Genial. ¿Y vos?

–¡Emocionada! ¡Iremos a un museo a ver arte! Desde que comenzamos la carrera quiero que nos lleven a uno –dice Hanna sacando de su mochila su cuaderno de dibujo –Y me llevaré el cuaderno. Así podré dibujar lo que me gusta y se lo mostraré a Angie cuando volvamos.

–¿Queriendo comprar a la profesora con dibujos? –pregunta Angela entrando al aula.

–Claro que no. Sólo me gusta dibujar y a ella le gustan mis dibujos. Además, ya me dijo que soy su alumna favorita.

–¿Y eso cómo lo sabes? –pregunta Valentina.

–Porque ella me lo dijo. Soy amable y divertida con ella. Además prestó mucha atención en clase. Así que soy su favorita.

<<Además es mi novia>> –piensa Hanna.

–Yo sigo pensando que te la compraste –dice Angela sentándose enfrente mío.

–Como vos digas tonta. No es mi culpa ser mejor –dice Hanna con arrogancia. Las tres se miran y empiezan a reírse.

–¿Saben con quién iremos? –pregunta Angela y Hanna niega.

–Creo que vamos con Verónica –contesta Valentina mientras empiezan a llegar sus compañeros.

–Tendría sentido. Es la profesora de historia del arte –contesta Hanna guardando su cuaderno en su mochila otra vez.

Luego de que todos los alumnos hayan entrado al aula, llega la profesora.

–Buenos días niños. ¿Saben a donde iremos hoy? –pregunta Verónica apoyando sus cosas en su escritorio. Los alumnos asienten –perfecto. Antes de irnos aprovechen para guardar lo que no se llevaran e ir al baño. Nos vemos en la entrada en diez minutos.

Verónica les permite salir del aula. Hanna y sus amigas van a los locker a guardar las cosas que no se llevarían y luego van al bar del colegio a comprar comida para el viaje. Cuando ya tenían todo fueron a la entrada. Allí estaba Verónica, la directora y un micro.

Mientras Hanna y sus amigas hablaban, la morocha pudo ver el auto de su novia entrar al estacionamiento de la universidad. Esta sonríe y a los minutos recibe un mensaje.

–Denme un segundo chicas que conteste un mensaje –dice Hanna alejándose un poco de sus amigas. Abre el chat del cual le llego el mensaje y lee lo que ponía.

_Chat:_

A: Hola cariño. Te vi parada en la puerta con tus amigas. ¿Todo bien?

H: Sí, amor. Iremos a una excursión. Por eso estamos acá.

A: Aaaah. Con razón estaba ese micro en la entrada.

A: ¿Y a dónde irán?

H: ¡A un museo! Estoy contenta. Hace mucho quería ir.

A: Me alegro cariño. ¿Quién los acompañará?

H: Pues... Verónica.

A;...

H: Cómo es nuestra profesora de historia del arte, nos acompañará.

A: Ya veo. Me hubiese encantado poder ir yo.

H: Tranquila amor. Seguro te toca con otro curso.

A: Pero no quiero otro curso.

A: Te quiero a vos.

Lindas coincidenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora