Capítulo 5

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La noticia habia sido repentina y sin duda una sorpresa.

Su enemigo, quien era capaz de anular habilidades había sido afectada por una.

Gracioso, simplemente gracioso.

Esta era su oportunidad para acercarse a aquel usuario y manipularlo, un niño, ¿que mejor que eso? La mente de un joven niño de seis años, nada mas fácil de manipular, pero Fyodor sabía que eso sería una pérdida de tiempo y que si lo intentaba no llegaría a ningún lado.

—¿No se supone que Dazai anulaba habilidades?

Preguntó Sigma mientras miraba el folder de información que se encontraba sobre la mesa de su departamento. Había tenido que estudiar y memorizar información del castaño para poder llegar a un acuerdo con Fyodor.

—Supongo que existe algún error.

Explicó tranquilamente, Fyodor le dio la orden de ir a la agencia de detectives y lograr que Dazai estuviera solo el suficiente tiempo tiempo como para que Nikolai usará su habilidad en él.

—¿Entonces solo debo asegurarme de que este solo y mandar una señal a Nikolai?

—Así es, es la única condición que te pondre, luego de tener a Dazai bajo mi control podrás hacer lo que quieras, siempre y cuando no molestes en mis planes.

Era raro, Sigma lo miro con algo de desconfianza, Fyodor apareció de la nada en su departamento y comenzó a contarle sus planes, ambos sabían que sus órdenes se escucharian, pero era raro, Fyodor ofrecía su 'libertad' si lograba completar su misión, ¿por qué quería Dazai? Era un niño, haci no presentaba ninguna amenaza.

La opción de que Fyodor podría manipularlo lo atormento momentáneamente, pero lo descarto, Dazai y Fyodor poseían el mismo nivel intelectual, manipularlo no era opción, ¿eliminarlo quizas? Apretó los labios ante la idea, de ser haci sería cómplice del asesinato de un niño.

—Bien, no me meteré en tus asuntos.

Acepto mientras veía inquieto la sonrisa de Fyodor, debía admitir que tenía miedo, el tipo frente a él podría matarlo el cualquier momento y con mucha facilidad, lo mejor para él sería no contradecir sus ordenes.

❂✿❂

El pequeño Dazai estaba confundido, nunca había visto nada demasiado colorido o comido un dulce, aparte del que le dio Ranpo hace unos días.

—¿Qué es esto?

Preguntó en un susurro tras observar detenidamente la sala de la agencia, habían unos cuantos globos adornando el lugar, también habían unos cuantos dulces sobre la mesa del lugar.

Los adultos no tardaron en acercarse a él con unas sonrisas adornando sus rostro, el primero en llegar fue Fukuzawa.

—Dazai, los niños han organizado esta pequeña fiesta para ti.

Típico del presidente, copas palabras y un tono serio, Dazai asintio ante sus palabras y dirigió su atención a Kyoka y Kenji quienes lo miraban fijamente.

—¿Paso algo en especial?

—No.

—Ah, Kyoka es algo tímida. Organizamos esta fiesta para usted.

—¿Por qué?

Preguntó mientras miraba curioso el globo celeste que Kyoka llevaba de una cuerda, esta vez fue Kyoka quien respondió.

—Cuando llegue a la agencia usted me regalo un globo, al inicio no entendí, pero a lo largo de las semanas siguió dándome regalos. Creo que entiendo el por qué ahora, ambos estuvimos en port mafia durante nuestra infancia, supongo que los regalos eran una compensación por mis años en port mafia, se que no sabrá responderme, pero se lo agradezco.

El silencio de Dazai fue un tanto incómodo para todos. El pequeño por su parte no sabia que decir o hacer, la chica frente a él le era completamente desconocida, sin embargo, le agradecia por cosas que él no hizo, era incómodo no saber nada de lo que hizo en los últimos años de su vida.

—Gracias.

Fue lo único que alcanzo a decir mientras tomaba el globo que Kyoka le extendía. La joven sonrio suavemente antes de despedirse e ir a comer dulces junto a Kenji.

El ambiente era colorido y alegre pero el se sentía raro e incómodo, todos se dirigian hacia él como 'Dazai' cuando en realidad él era 'Shuji'.

Podía comprender que todos extrañaban a ese tal Dazai, pero era agotador que todos te vieran como la sombra de lo que un día fuiste y no recuerdas haber sido. Estaba seguro de que tarde o temprano cometerá un error que hará que ellos finalmente despierten de sus ideas y se den cuenta de la realidad, él no es Dazai. Esta seguro que cuando llegue ese momento todos lo abandonaran.

—¿Estas bien Dazai?

Preguntó Ranpo sacando al pequeño de sus pensamientos, el mayor estaba un poco confundido por el silencio del menor, era pequeño, ¿no se supone que a los niños les gusta las fiestas? En un inicio la idea de la fiesta le pareció tonta, pero luego recordó a Dazai y terminó aceptando a traerlo por eso principalmente.

Era pequeño y quería que viviera la vida como tal.

—¿Podrías no llamarme Dazai? No soy Dazai, soy Shuji.

—¿Te molesta que te llamen Dazai? Como no dijiste nada al inicio pensé que no importaba.

El menor apretó los labios con fuerza antes de suspirar y enbocar una suave sonrisa.

—Olvídalo, no es importante Ranpo.

Afirmó mientras movía sus pies fingiendo jugar para disimular su incomodidad, Ranpo suspiro antes de pinchar con uno de sus dedos la mejilla de Shuji.

—Apesar de ser un niño eres un gran idiota, Shuji.

Bromeo mientras apretaba las mejillas sonrojada del pequeño, Shuji bufo ante el pésimo intento del adulto de aligerar el ambientes, apesar de ello al final puso sus pequeñas manos sobre las de Ranpo que aún apretaban sus mejillas pero con un poco mas de suavidad y cuidado.

—Estoy seguro de que él te hubiera amado.

Aseguró antes de apartar las manos adultas de él y proceder a irse junto al resto.

Ranpo lo vio alejarse con ojos abiertos, esas palabras no se las habia esperado. Apresio los labios mientras agachaba la cabeza, al final lo había entendió. Posiblemente el Dazai que todos conocían no regresaría a menos que encontraran al dueño de la habilidad y que de Dazai volver Shuji desaparecería.

𝚎𝚕 𝚍𝚎𝚜𝚊𝚜𝚝𝚛𝚘𝚣𝚘 𝚖𝚒𝚗𝚒-𝙳𝚊𝚣𝚊𝚒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora