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Juno camina detrás de Kim Taehyung, un hombre alto de grandes hombros y porte elegante, este iba diciéndole lo que tenía que hacer o modificar.

Para muchos ser asistente de Kim Taehyung era un infierno y para Juno también, el hombre era serio, malhumorado y exigente pero su jefe era muy atractivo y si, lo admitía, Juno tenía un pequeño enamoramiento hacia su jefe.

Algunas veces había llegado a insinuar alguna salida o el poder llegar a conocerse pero Kim solo la ignoraba y seguía con vida, no le entendía Juno era atractiva, tenía a media empresa detrás de ella, era una mujer de cabello rojo teñido y llamativo, muy bien cuidado, una piel perfecta de porcelana, unos ojos claros y hermosos, mejillas rojizas y cuerpo de infarto. Aún así Kim nunca la observaba a ella o ninguna otra chica.

—No olvides pasar el contacto del señor Lee para que él pueda hablar con la nueva agencia—recordó el pelinegro sin detenerse.

—Si señor—hablo rápidamente Juno, anotando en su cuaderno—Por cierto señor—llamó, Kim se detuvo y Juno se paró al frente de él—Y-yo...

—Habla rápido y no balbuces, no tengo tiempo—ordenó poniendo nerviosa a la otra.

—Le quería recordar si mañana podía traer a mi sobrino al trabajo, mi hermana no podrá cuidarlo y no hay niñeras disponibles...

—La empresa no es guardería—hablo sin ninguna expresión en el rostro—si tu hermana no puede cuidar de su hijo no es mi problema, odio a los niños y no quiero verlos correr por mi empresa—dijo marcando el "mi".

Juno quedó en silencio, mordió su labio.

—Lo siento señor—susurro.

—Cuando vuelva quiero los papeles listos—Kim extendió su mano y Juno saco de su bolso las llaves de su jefe—también quiero que organices una junta con los directivos—la pelirroja asintió y antes de cerrar la puerta del auto Kim habla una vez;—Y nada de niños Juno, no quiero tener que despedirte.

El auto arrancó dejando a una Juno enfadada, no sabía cómo lo tomaría su hermana pero esperaba que bien.

(...)

Después de un día agotador de trabajo Juno volvió a su hogar, era un pequeño departamento de dos dormitorios, su trabajo le dejaba buen dinero y el departamento para una sola persona era perfecto pero desde que sus padres echaron a su hermana a la calle por su embarazo el departamento se sentía chico pero acogedor.

Observó todos los juguetes el suelo y suspiro.

—Juno, llegaste—una chica de cabello negro corto y ondulado salió de una de las habitaciones.

—¿Qué es este desastre Elina?—Juno se dejó caer en el sofá.

—Tenía tarea que hacer y Sol solo se entretenía con sus juguetes—explicó—pero ya limpiare, solo quería que durmiera para poder hacerlo—la morena se sentó en el piso y acerco una caja para dejar ahí los juguetes.

—Yo lo haré, debes de estar muy cansada—la mayor se dejó caer al piso pero Elina lo impidió.

—No, suficiente es con que me dejes quedarme aquí y le des un techo a mi hija—dijo con cierto pesar, si fuera por Elina ella tendría una mansión enorme para su hija pero apenas tenía veinte años no era una adulta funcional—a parte tu trabajo es muy pesado, me imagino que el engendro del demonio te dio mucho trabajo—ambas fueron en voz baja.

—No le digas así a mi jefe—pidió—y no me cambies de tema, también debes de estar cansada, estudias, tienes un trabajo de medio tiempo y eres mamá–enumero.

Elina sonrió un poco, no había planificado su vida de esa manera pero a los dieciocho se enamoró, a los diecinueve se embarazó, su novio la dejó porque él no estaba listo para ser padre, Elina tampoco pero como ella era quien llevaba a la bebé en su vientre tuvo que estarlo, Juno le dio opciones y Elina se cuestiono mucho si ella podía darle una vida digna a su futuro hijo y a los veinte años era feliz con su pequeña Lee Sol.

—Yo estoy bien, soy joven—empujó levemente a su hermana.

—Igualmente—el semblante de Juno cambió cundo recordó—sobre mañana, mi jefe no me dejó llevar a Sol al trabajo—hizo una mueca y Elina suspiro cerrando sus ojos, pensando en una opción.

—No haré el examen—dijo después de un rato.

—¡¿Qué?!—cuestiono Juno alarmada.

—Juno—la llamó con una pequeña sonrisa—tengo que ser realista, soy una adulta ahora no sé en qué pensé al creer que podía seguir con mi vida después de tener a Sol, creí que podría terminar mi carrera y tener una buena vida pero apenas y veo a mi hija por el trabajo y la universidad—admitió con pesar sintiendo sus ojos arder—tengo que ser una buena madre, dejaré la universidad y buscaré un trabajo.

—¡No, me niego a eso!—exclamo—buscaremos una manera, mañana...

—Juni, está bien—sollozo—esto lo llevaba pensando varios meses...

—No es justo que por un error tú...

—No fue un error, mi hija jamás sería un error—hablo severa.

—No me refería a eso—susurro la otra.

—Lo se—Elina sujeto la mano de su hermana.

—Mañana—la morena la miro sin entender—solo intentemos mañana, haz tu examen y si después de eso sientes que no puedes más entonces harás lo que quieras pero por favor has ese examen.

Elina lo medito unos minutos, ella realmente quería estar más tiempo con hija y darle una buena vida pero también sabía que para eso tenía que estudiar y terminar su carrera que si bien no le aseguraba nada creí que sería una ventaja por que no llegaría ningún príncipe a salvara esta vez.

—Está bien, mañana.

—Mañana.

Sweet Nigth >Kim Taehyung<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora