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—Ven conmigo, por favor—suplico Juno desde su cama donde terminaba de arreglarse.

—No creo que sea buena idea—admite la morena sin dejar de acariciar la cabeza de su hija.

—Vamos, te puedo presentar un vestido y listo—alza sus cejas repetitivamente.

—¿Que gano? Son personas ejecutivas que me miraran feo por ser una madre soltera y joven—replica Elina con cierto pesar.

—¿Desde eso cuando te importa?—las cejas de la pelirroja se juntar en una expresión de confusión.

—Juno, eso no me importa a mi—suspiro para después bajar la mirada—lo que me importa es lo que piense tus compañeros de ti. No quiero que te vean mal por mi culpa.

La mayor tuvo que morder su labio para evitar decir todo lo que quería, que básicamente eran miles de insultos para su hermanita.

—Lo que ellos piasen no me importa—aseguro—lo que me importa es que puedas pasar un buen rato, desde que nació Sol no has salido mucho así que esta es una gran oportunidad, habrá un área especial para niños, Sol podría hacer amigos—sonrió y eso fue suficiente para tentar a Elina.

—Esta bien—accedió siendo abrazada por su hermana mientras soltaba un chillido de emoción, Sol al verlas se contagio de su alegría y soltó pequeños chillidos mientras trataba de brincar en la cama.

—Vamos a cambiarte niña—anuncio Juno poniéndose de pie y sujetando a Sol—y tu—señalo a la morena—ponte linda, tal vez encuentres al amor de tu vida.

Elina rodo sus ojos, lo que menos necesita en su vida era una relación. No después de su primera y ultima relación, al principio no fue mala. Era una niña de casa, no salía solo iba a la escuela y de la escuela a su casa, no es que no tuviera amigos mas su padres no eran tan permisivos, después lo conoció, un chico dos años mayor, totalmente diferente a ella, cabello largo, actitud despreocupada, un par de perforaciones en su rostro, tatuajes, todo lo que representaba libertad para Elina.

No se arrepentía, no de Sol, sin embargo si pudiera cambiar el tiempo lo haría, esperaría a tener una mejor estabilidad económica, una casa, un trabajo fijo y ya podría tener a Sol, la haría tan feliz pero no tenia una gran casa, vivía en el departamento de su hermana, no tenia un trabajo fijo, aun no terminaba su carrera.

Se sentía patética, se sentía mala madre a pesar de darle todo el amor que podía a su hija.

—No te sientas nerviosa—pidió Juno antes de entrar al edificio, Elina aliso su vestido color vino con una mano mientras que con la otra sostenía a Sol.

—No lo estoy—mintió—solo me sentare, buscare comida y me enfocare en Sol.

—Eso suena bien—apoyo Juno entrando, en cuanto lo hizo todas las miradas se dirigieron hacia ella.

Su cabello rojizo brillaba y caía en ondas perfectamente peinadas, su cuerpo con curvas envidiables era cubierto por un vestido de color blanco haciéndola resaltar su piel perfectamente bronceada, lucia como un ángel y todos lo sabían. Todos babeaban por ella en ese momento a excepción de un pelinegro que buscaba con la mirada a la chica detrás de Juno.

Había pasado toda la tarde buscando y esperando a las hermanas Lee, no podía enfocarse en nada mas.

Pero al fin la espera había acabado, detrás de Juno entraba Elina con un lindo vestido color vino que hacia relucir su figura, su cabello corto estaba peinado con rizos naturales y llevaba un maquillaje natural, en sus brazos cargaba a Sol, la niña llevaba un traje color lila que la hacia lucir adorable.

Sweet Nigth >Kim Taehyung<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora