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—Okey, esto es lo que haremos—Juno se acerco a su hermana—tú llevaras a Sol contigo las primeras horas de clases—la morena asintió decidía—una hora antes de tu examen vendrás y la llevaras a mi cubículo, logré organizar la junta del señor Kim a la misma hora en la que llegara Sol, así no tendré que estar con él y podré cuidarla—explicó—después de eso harás tu examen y cuando termines tienes que volver por ella.

—Así será, estudie tanto que no tardaré mucho en hacerlo—hablo segura.

—Bueno, ve por Sol y nos vemos en unas horas—Juno salió del departamento.

Elina se encaminó a su habitación ya vestida con el uniforme de su carrera, al ser una carrera del área de la salud era importante llevarlo.

Con pasos silenciosos se acerco a la pequeña cuna de su hija, no era la más cara o grande pero fue lo que pudo costear con la ayuda de su hermana. Sonrió al ver a su hija durmiendo, tenía su dedo gordo en la boca y su ceño estaba relajado, con pesar la levantó de la cuna y está se movió por el cambio, no quería que despertara aún era muy temprano y no quería interrumpir el sueño de su hija.

La cubrió con una cobija pequeña para que al salir no le hiciera mal el cambio de temperatura, tomó su mochila y la colgó en su hombro y con su mano restante tomó el bolso de Sol, donde venían pañales, su comida, un par de juguetes y cosas para la bebé.

—Vamos, mi pequeña Sol—animo—hoy será un buen día.

Elina salió de la casa junto a su hija, tomó el bus y cuando menos lo pensó llegó a la universidad, todo el camino había estado observando a su hija, podía hacerlo por horas, no sabía cómo alguien como ella había podido darle vida a una pequeña tan linda, inocente y tranquila, para Elina su hija era la niña más hermosa del mundo incluso cuando nació y Juno y ella se burlaron porque estaba arrugada y sin suficiente cabello aún así su niña era su brillo, su luz, su sol.

—¡Oh!—exclamó un rubio cuando Elina entró al salón—Trajiste a Sol—chillo extendiendo sus manos para sujetarla, Elina negó, era celosa con su hija no le gustaba subir fotos de su pequeña a redes sociales o que las personas la cargaran o besaran, ella prefería cuidarla—vamos, no soy una desconocida—renegó Jiah.

—Está bien—accedió—solo por un rato.

La morena puedo descansar sus brazos un poco, dejó sus bolsos en la banca y se estiró.

—Es muy linda—Jiah la meció en sus brazos.

—Por supuesto que lo es, es mi hija—dijo egocéntrica.

—¡Chicas!—Elina rodó los ojos cuando sintió como Jimin la abrazaba por los hombros.

—Jimin—respondieron la morena y Jiah con cansancio.

—Veo que trajiste a tu hija—dice con una sonrisa—pero sabes que en el examen no te dejarán entrar con ella.

—Lo se pero ya lo tengo resuelto.

—Que bueno—admitió el rubio—Vamos a a la cafetería, hay un chico que dice leer las cartas—animo Jimin.

—No, yo no creo en eso Jimin—suspiro Elina—a parte, ya somos adultos.

—Elina, acabamos de cumplir veinte—le recordó Jiah—aún no tenemos responsabilidades de adultos.

Jimin miro mal a su amiga y Jiah pareció entender.

—Y-yo...

—Ustedes no las tiene y me alegra que puedan disfrutar de eso pero yo tengo una responsabilidad—sonrió—así que prefiero quedarme.

—¿Segura?—indago Jimin.

—Si, me dicen que les dijo—hablo burlona mientras Jimin y Jiah tomaban sus cosas, la rubia devolvió a Sol.

Sweet Nigth >Kim Taehyung<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora