3- Creo que me gustas

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Nunca me he dejado llevar por lo que la gente dice y habla de los demás, tampoco me ha agradado hacer preguntas comunes como "¿Cual es tu color favorito?, ¿Que te gusta hacer?, ¿Que te gusta ver?" Siempre me parecieron preguntas sin fundamento, pues al final terminas olvidando todas las respuestas que te dan. La mejor forma de conocer a alguien siempre será para mi, pasando tiempo con el, escuchando y observando, los gestos, las acciones, pasar tiempo con alguien significa charlar, tocar y observar. No hay mejor manera que conocer sobre los gustos de alguien que viendo lo que sus ojos reflejan al ver algo, sus emociones y su forma de pensar al escucharlo hablar, y sus hobbies que acompañándole a aquello. Y yo realmente, quería conocerla.
Ya no bastaba con observarla de lejos, tenía que acercarme, tenía que animarme a perder los miedos y hablarle.
Me preguntaba constantemente si valía la pena, arriesgarme a hablarle, aún sabiendo que jamás había intentado algo parecido por alguien y me preguntaba ¿Por que mi interés?
Planeaba alguno que otro encuentro para que pareciera que era solo casualidad, saludarla en los pasillos o en otras zonas , había llegado a mi límite y ya no sabía que más hacer o decir.
Más que nada todas las preguntas a mis acciones me comían la cabeza, la única forma en la que podía dejar de pensar o sobrepensar era cuando ella estaba frente, absolutamente cualquier pensamiento se desvanecía y solo una cosa estaba en mi mente. "¿Como puede ser tan linda?"
No era del tipo que pasara su día entero frente al espejo esperando la hora para retocar su maquillaje, ni del tipo que usara plataformas de 10 cm de altura, mucho menos de las que usaba vestidos. Al contrario, todo de ella parecía permanecer serena y relajada con cualquier prenda que llegase a sus manos. Su cabello apenas rebasaba de sus oídos y llegaba hasta su mentón.
Me distraje unos segundos y desvié la mirada a los pasillos, su silueta tan similar a la de su hermana quien caminaba a su derecha se acercaba a las mesas bajo el sol. Era muy obvio que la observaba, era obvio que me atraía, cualquiera que me viera en esa situación podría enterarse con tal solo ver la forma en que la observaba. Pero no pensaba en eso, realmente lo que ocurría tras mi mente era si su cabello castaño siempre parecía resaltar su brillo bajo el sol, y si su nariz siempre había sido así de linda de perfil. Lamentablemente no podía negarlo, otra vez mi mirada estaba perdida sobre ella.
Reía, estaba riendo con sus cercanos y a mis ojos nuevamente se veía tan linda, ni siquiera supe en qué momento me atrapó, cuando había comenzado a seguirla con la mirada esperando ser vista por ella, ni tampoco el momento en que en el día pensaba las muchas veces que me gustaba cada parte de ella. Pero ¿realmente era importante?,  lo importante era el actual impacto que esa mujer tenía sobre mí y mis emociones que habían permanecido intactas durante una buena cantidad de tiempo.

In my dreams you are mineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora