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Era una noche de nervios y emoción en la casa de Alexia. La capitana había organizado una cena para todo el equipo, una manera de unirse antes de la gran final de la Champions contra el Lyon en Bilbao. La casa de Alexia estaba llena de risas, charlas animadas y el aroma de la comida casera que todas habían preparado con esmero.

En el centro del salón, una larga mesa estaba decorada con los colores del equipo, y cada jugadora tenía un lugar designado. Entre ellas, t/n, la hermana de Alexia y pareja de Leah, se movía con naturalidad, como si fuera una más del equipo.

—¡Vamos, chicas, a la mesa! —anunció Alexia, llamando la atención de todas.

Las jugadoras se sentaron y la conversación empezó a fluir de inmediato. La emoción por la final estaba presente en cada palabra, cada risa, cada mirada. Era un momento de unión antes de la batalla.

Leah y t/n se sentaron juntas, como siempre, y Alexia se sentó frente a ellas, observando a su hermana y su compañera con una sonrisa satisfecha. Sabía lo importante que era este momento para todas.

—Bueno, chicas —empezó Alexia—, tenemos que hablar de los planes para mañana. Salimos temprano hacia Bilbao, así que necesitamos estar organizadas. ¿Quién tiene alguna pregunta o sugerencia?

Aitana levantó la mano, siempre dispuesta a participar. —Yo solo quiero saber a qué hora exacta salimos y si tenemos alguna actividad planificada para la tarde cuando lleguemos al hotel.

Alexia asintió. —Buena pregunta. Salimos a las ocho en punto, así que necesitamos estar en la ciutat esportiva a las siete y media para cargar el autobús y asegurarnos de que no nos olvidamos nada. En cuanto a la tarde, podemos ir a la sala del hotel y ya veremos qué hacer. Pero por la noche, tenemos una sesión de video para repasar la estrategia del partido.

Mapi, sentada al lado de Aitana, no pudo resistir la tentación de bromear. —Espero que la sesión de video incluya una película decente y no solo nuestros partidos antiguos. Necesito algo que me haga reír, no solo estrés.

Las risas resonaron por la sala, aliviando la tensión momentáneamente. T/n aprovechó el momento para levantar la mano y plantear una cuestión que le rondaba la cabeza.

—Alexia, tengo una pregunta. Sé que normalmente las parejas no se quedan juntas en las habitaciones durante los viajes, pero me gustaría saber si puedo quedarme con Leah. Creo que sería bueno para ambas.

La sala quedó en silencio por un momento. Alexia miró a su hermana con una expresión pensativa, mientras las demás jugadoras intercambiaban miradas curiosas.

Mapi no pudo evitar soltar una carcajada. —¡Vaya, vaya! Parece que tenéis planes para una noche movidita. Espero que no nos despertéis con vuestros ruidos.

Más risas siguieron a la broma de Mapi, pero Leah se inclinó hacia adelante, mirando a Alexia con seriedad.

—Lo dice en serio, Alexia. Nos ayudaría mucho estar juntas, sobre todo después de todo lo que ha pasado últimamente. Prometemos no molestar a nadie.

Alexia asintió lentamente. —Está bien, pero solo esta vez. Entiendo que es una situación especial, y confío en vosotras. Pero recordad que necesitamos estar enfocadas para el partido.

—Leah, ya sabes, no funny business en el hotel, ¿eh? —dijo Keira, guiñandole un ojo.

Las risas estallaron en la sala, y Leah no pudo evitar sonrojarse mientras las demás jugadoras se reían y lanzaban comentarios bromistas.

T/n sonrió, agradecida. —Gracias, Alexia. Lo prometemos.

La cena continuó con un ambiente alegre y de planificación. Hablaron sobre las tácticas, recordaron anécdotas de partidos anteriores y se rieron de los momentos más divertidos de la temporada. Era una noche para reforzar los lazos, para recordar que eran un equipo, una familia.

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⏰ Última actualización: May 26 ⏰

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Almas gemelas ~ Leah Williamson y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora