Sukuna se molestó instantáneamente por las órdenes de las mariposas rojas y se cansó de obedecerlas después de haber fallado varias veces en atrapar a la Mariposa Dorada. Aun así, miró a Megumi, que estaba a sólo unos pasos de él, alejándose a medida que pasaba el tiempo.
Comparado con antes, esta vez el mocoso no estaba solo. Su abuela y otro niño que Sukuna supuso que era otro niño abandonado de la aldea estaban aquí, por lo que pensó en tomar a uno de ellos como rehén para atraer a Megumi hacia él.
Sin embargo, nunca hubiera imaginado que uno de ellos tuviera el poder de detener sus movimientos por unos segundos. Antes de que pudiera hacer algo, fue tomado por sorpresa en el momento en que escuchó las palabras "no te muevas" provenientes del mocoso de cabello rubio platino, haciéndolo incapaz de moverse de su lugar junto con las mariposas rojas.
Toge no podía inmovilizar a alguien como Sukuna por mucho tiempo más que unos pocos segundos o incluso una segunda vez, pero fue suficiente para darles a Megumi y Tsumiki más tiempo para escapar.
Una vez más a causa de su mala suerte, Sukuna vio como el niño lograba escapar por cuarta vez. Ahora estaba cansado de todos los que se interponían en su camino para consumir la última vida que necesitaba devorar para recuperar su verdadera forma; cansado de que Suguru, Satoru e incluso este niño protegieran la vida de Megumi que estaba destinado a caer en sus manos tarde o temprano.
"¿Por qué siempre tienes tan mala suerte, Sukuna? ¿Cuántas veces más vas a fallar hasta lograr consumir la vida de ese niño?" Las mariposas rojas preguntaron después de que no pudieron moverse.
Sukuna no les respondió, dándole toda su atención al mocoso frente a él.
"¡Eres un tonto inútil!" Las mariposas rojas perdieron los estribos después de ser ignoradas, incapaces de creer que Sukuna tuviera tantas oportunidades de capturar a Megumi. Y que en cada uno de ellos había fracasado.
Sukuna les dio a las mariposas rojas una mirada amenazadora después de escuchar la palabra "tonto", advirtiéndoles sobre las consecuencias que sus palabras podrían traerles a ellos mismos. Incluso cuando las mariposas rojas tenían razón acerca de su mala suerte, todavía le molestó, pero le molestaba aún más la forma en que las mariposas rojas le dijieron la palabra y le ordenaba a cada momento.
Si esto continúa, Sukuna perdería toda la paciencia, hasta el punto de no importarle más las consecuencias que podría traer si mata a las mariposas rojas. Sin embargo, todavía no podía hacer tal cosa por mucho que lo deseara. Pero por el momento, para él era más importante consumir la vida de Megumi que tratar de lidiar con las mariposas rojas. Aunque a veces deseaba que las mariposas nunca hubieran hablado, así todo podría haber sido más fácil para él.
Las mariposas rojas pronto sintieron las advertencias y amenazas en los ojos de Sukuna de no hablar más, sabiendo que habían cometido un error al insultarlo. No queriendo sufrir su ira, esta vez también lo perdonarían.
"Bueno, supongo que no hay nada que podamos hacer al respecto", dijeron las mariposas rojas con la esperanza de que Sukuna no las lastimara. "El niño no puede escapar de nosotros de todos modos, pero no podemos volver a fallar, Sukuna. Si no consumes su alma pronto, volverás a ser esa criatura grotesca", le recordaron. "Sin embargo, esta vez tenemos suerte".
Sukuna sabía lo que se refería las mariposas rojas: para atraer a Megumi hacia ellas sin falta, necesitaban capturar al mocoso del discurso maldito. Miró a Toge tan pronto como recuperó su movilidad, acercándose un poco más.
Con la ayuda de las mariposas rojas, Toge escuchó la voz de Sukuna: "Me tomaste desprevenido hace unos momentos, mocoso, pero no va a volver a suceder. Ese niño que estás protegiendo tiene que ser alguien especial para ti, ya que estas llegando hasta el extremo de tratar de detenerme sin valorar tu propia vida, pero tienes suerte, dejé de consumir las almas de los hijos de los humanos hace un tiempo. Sin embargo, eso no significa que no te mataré. Si intentas algo tonto, entonces no dudaré en acabar con tu vida."
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Child Of The Unseen| Gofushi
FanfictionHace miles de años, la Mariposa Roja, Ryomen Sukuna, fue exiliado del Reino de las Mariposas por su pecado de avaricia, perdiendo su verdadera forma y convirtiéndose en una maldición. Para poder recuperar lo que perdió, empezó a secuestrar niños, bu...