Por ti tiempo atrás me preguntaron las rosas,
extrañaban no verte por allí bailar.
Les dije que volabas con las mariposas,
y ya no supe que más me podía inventar.
Al día siguiente pasé junto a ellas,
ninguna me quiso de nuevo interrogar.
Tampoco quisieron hablar las azucenas
cuando se enteraron de que no volverás
Mi consuelo es en vano y ya no sirve
para a las amapolas poder contentar,
se murió la esencia del más bello clavel
al mismo tiempo que tus alas despegar.
No pretendas que mi jardín quiera teñirse
de colores que lo pudieran animar,
jamás lo había visto tan apagado y triste,
ilusa como yo, aún espera tu llegar.
Todas mis flores ahora son grises,
ya no hay manera de poderlas salvar.
Ni siquiera los ojos que tanto quisiste
que llenar podrían todo un mar.
Podría los pétalos recoger quizás,
esos que algún día dejaste antes de partir,
parecería que todavía no te has marchado,
parecería que todavía estás aquí.
Con un poco de esfuerzo así lograría
a mi corazón ayudar a escapar
de las espinas que lo hieren y lastiman
para que la primavera pudiera comenzar.
Los pajaritos cantarían felices,
las ranas croarían de nuevo con emoción,
si acariciases de nuevo estos jazmines.
Si pudieras aliviar este dolor.
La falta de tu ausencia bastaría
con volver a robar el corazón
de esta primavera tan marchita
que nunca quiso decirte adiós.
Si algún día tus brazos me enterrasen
sobre el verde césped de tu amor.
Si impedirme pudieras marchitarme
devolverías a mi vida su fulgor.
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Mi poesía eres tú.
PoesíaPara ti, que has querido tanto. Para todas las personas con las que te has cruzado, que te han roto y te han arreglado. Para las que te dejan cicatrices y las que te las cosen. Sí, para todas ellas, pero especialmente para ti. Todas esas cosas que h...
