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📍 21 de Julio de 2024 |  Aeropuerto Internacional de Narita, Japón

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📍 21 de Julio de 2024 |  Aeropuerto Internacional de Narita, Japón.


Narrador Omnipresente:

Sofía se encontraba divagando entre sus pensamientos mientras salía de Migración hacía el espacio dónde las maletas se entregaban, junto a las miradas de algunas personas encima de ella.

Luego de que terminó la temporada de la serie italiana, su relación con el equipo se había fortalecido de una manera que sentía que todo iba para bien. Tanto así, que minutos antes de terminaban su calentamiento, los jugadores se acercaban a ella y le regalaban un "high five" de buena suerte, finalizaban con risas o una pelea absurda de quien iba a ser el primero de chocar sus manos con la mujer.

Podía decir que le agradaba compartir con todos ellos y reírse de sus bromas, mientras los veía prácticar.

En el aeropuerto, algunos reporteros y turistas que llegaban de otros países para las inaguración de las esperadas olimpiadas, la veían con deslumbro mientras ella esperaba pacientemente y con su vista atenta a encontrar su maleta.

Sofía revisó su reloj digital al lado de su muñeca, buscando algún mensaje de Julia, pero parecía que la morena estaba desaparecida desde hace 12 horas.

Por lo último que supo, ella extrañamente ya estaba en Japón, pero no tenía algún conocimiento más de su paradero. Solo un prometido "te iré a buscar en el aeropuerto" fue lo único que confirmó.

Al encontrarla por su distintiva cinta de los colores azul y rojo, tomó su maleta color plateada y la puso a rodar, jalándola por su asa. Apretó su agarre buscando a su amiga con la mirada, aunque no bastó mucho esfuerzo ya que la morena movía sus brazos efusivamente y tenía una sonrisa que no podía dejar pasar por debajo de la mesa, ya que era tan jovial y pura.

—¡Sofi!—gritó Julia, invadiéndo su espacio personal con un gran abrazo a lo que la nombrada sonrió, siguiéndole el cálido abrazo.

También había extrañado a su mejor amiga.

Garotihna, estás muy linda—murmuró en su oído, mientras la morena daba saltitos de emoción.

Al separarse, Julia jaló su brazo para que se movieran a otra parte.

Te prometo que intentaré llevarte a muchas partes y a las que tienes pensadas, pero primero hay que irnos. Te tengo mucho que contar—dijo la brasileña por lo que Sofía le siguió, siendo jalada por una apurada Julia.

En un destello de rojo y personas, pudo captar en una de las paredes un poster de un jugador. Sofía sonrió al reconocerlo y se dejó llevar por Julia, mientras se desvelaba de la imagen de su "amigo" Yuki Ishikawa.


. . . .


📍 25 de Julio de 2020 | Tokio, Japón.


Sofía P.O.V.:

Intentaba esquivar las personas que llenaban las calles. 

A veces, me traía cierta incomodidad la cercanía de la gente hacía mi en sentido físico. Evitaba no chocar con nadie, porque también generaría algún incoveniente.

Julia estaba trabajando y por eso que no me pudo acompañar en la misión del día que tenía pensado completar. Aunque, por el tono de voz que tenía, estaba un poquito extraña.

Espero que no haya pasado nada malo. Estaba muy segura que la entrevista le iba a salir muy bien.

Sí. Ya me describió todo, según ella, la tertulia de historia que ahora haría sus pasantías durante las Olimpiadas en vez de estar jugando allí, pero al final le recordé que la decisión que tomara yo la apoyaría y se le quitó el drama.

Ahora, devolviéndonos a nuestro presente, hoy voy visitar algunos sitios que tengo en mi lista y compraré algunos recuerdos para usarlos de decoración en mi nuevo apartamento.

Si conseguía esa figurita de KITA de Haikyuu, o al menos su franela, podía irme en paz de esta dimensión.

Revisé de nuevo mi teléfono, notando que el GPS me indicaba que faltaba dos cuadras para llegar, pero la aglomeración de la primera cuadra no me dejaba ver hasta dónde llegaba esa separación.

Observé con cuidado mientras realentizaba mis pasos, detallando una tienda de artículos deportivos y varias personas con una bonita franela roja, que tenía distintos nombres y números en tipografía clara.

Los apellidos como Masahiro, Naonobu, Kentaro e Ishikawa relucían en letras blancas en las distintas espaldas de las personas y uno que otro con el apellido de Takahashi.

El último no lo conocía, pero los otros apellidos los reconocía vagamente porque los escuchaba cuando trabajaba de fisioterapeuta auxiliar en el equipo argentino masculino de voleibol. Fueron épocas doradas, lo admito.

Me acerqué a un espacio que estaba libre y daba la posibilidad de ver por el gran ventanal o solo eran mis 1.75 cm que ayudaban a que todo se viera con mayor panórama. Omití ese pensamiento y me dispuse a reconocer que pasaba en aquella tienda.

Cámaras, flashes y pancartas moderadas eran lo más repetitivo del sitio, pero los otros tres jugadores que se encontraban sentados en unas sillas con un micrófono en mano y sonriendo con suavidad al público.

Reconocí fácilmente a uno de ellos. No solo porque era mi compañero de trabajo, sino que la paciencia y tranquilidad que transmitía traspasaba hasta los vidrios. Sonreí en cálidez al ver a un Yuki Ishikawa oyente y con una expresión serena, aunque reconocía que estaba un poco nervioso.

Por dónde sea, se le salía ese gesto de introversión que me causaba gracia.

Lo recordaba porque siempre aparecía cuando hablaba conmigo, y tenía que hacer mi mayor esfuerzo de hablarle un poco más de lo que normalmente lo hacía, para ver si podía sacar un poco más de conversación coherente de su vocabulario. 

Volteó hacía la dirección que me encontraba a lo que bajé mi cabeza y quité mi sonrisa, esquivando a una que otra persona para que se colocaran el puesto dónde estaba.

Mejor era así. Pasar desapercibida, por más que mi corazón se estrujaba extrañamente por no ir a buscarlo o escribirle que estaba aquí, pero era mejor así.

Debía darle su espacio, como él me daba el mío cuando trabajaba y avisarle de mi ubicación, sería demasiada avaricia de mi parte. Aunque posiblemente tenía esa chispa de atrevimiento, solo porque...¿lo conozco un poco?, ¿trabajamos juntos?. ¿cruzamos algunas palabras durante la temporada?, ¿lo ayudé varias veces con sus dolores en la rodilla? Realmente no lo sé.

Ni siquiera sabía por la necesidad de buscarlo...

Me retiré, sacudiendo levemente mi cabeza para olvidar mi sobrepensamientos y volviendo a mis planes de cumplir con mi objetivo del día: comprar algunos detallitos de Haikyuu.

Al final del día, son para cumplir mi tonto y cliché sueño de estar en Japón.



✒️Nota del autor:

Lo tenía en los cajones del olvido, pero creo que es el momento perfecto para publicarlos. ¡Espero que los disfruten!

Por cierto, en país se estrena Haikyuu el 30 de mayo, espero ir a verla o antes de que se acabe el mes de junio <3

All the Love

-La Chama <3


Do It Like That || Yuki Ishikawa ©Where stories live. Discover now