Cita "de trabajo" y ¿una nueva ayuda?.

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Solo diré que una persona va por buen camino XD a esto me refiero que alguien tiene su sospechas bien puestas...

Hetalia le pertenece a Himaruya, por lo que a este hombre hay que hacerle un altar y una religión O.O

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Miro el papel que tenía la dirección, y miro el local repetidamente, luego miro a su compañero, ¿como había llegado allí? suspiro y se dispuso a entrar al lugar que tenía un cartel luminoso que decía "Pub" esto no le daba buena espina.

Cuando entro el olor a encierro mezclado con alcohol y sudor impregno sus fosas nasales.

- Aun no entiendo a que vendrían un grupo de jóvenes a un lugar como este... es asqueroso -exclamó la chica sin siquiera atrever dar un paso.

- por lo mismo... son jóvenes, ven vamos a la barra...

- yo no pasare por entre esa multitud toda sudada -respondió viendo la barra del otro lado- tengo una imagen que proteger Jones.

- Entonces yo te ayudare, Chiara... -dijo el rubio guiñando un ojo y haciéndose paso por la multitud para que la italiana pasase.

Ya una vez en la barra, se sentaron, y si a la entrada olía mal, allí era peor.

- Entonces... ¿por que aquí? -preguntó Alfred.

- Esta era la dirección que entrego Bonnefoy... -respondió ella bajando el tono de voz gradualmente y con la mirada puesta en la entrada- ¿ese no es Fernandez?

El rubio miro a la misma dirección donde su compañera y siguio con la mirada al chico que caminaba a paso lento ignorando sus miradas, el castaño se acercó a una mesa donde había un chico de cabello rubio y vestido de blanco.

- Ese... tipo... tiene pinta de gay -susurró Alfred resiviendo una mirada de Chiara.

- ¿Cual de los dos? -Preguntó ella reprimiendo una sonrisa.

- El rubio... -respondió.

Volvieron a mirar la mesa donde se encotraba Antonio con el chico rubio.

- ... ¡maldito! -susurró/grito ella desviando la vista.

- ¿que paso? ¿dije algo malo?

- no, tu no, ese idiota de allí... ¿que esta haciendo aquí? Maldición -dijo Chiara mirando de reojo al rubio.

- ¿lo conoces? -preguntó él.

- más de lo que quisiera... -respondio la italiana, Alfred la miro invitandola a que hablara- ese bastardo fue mi primer novio, ¡te juro que lo amaba más que a mi misma!, siempre fue muy detallista y todos los días me daba de obsequio un peluche diferente, hace unos tres años termine con él, ¡el muy idiota me hizo infiel con un hombre! ¡UN HOMBRE! -suspiro- luego descubrí que era un sicario de la "cosa nostra", mi mundo se derrumbo totalmente... lo odio...

Alfred guardó silencio y miro los ojos pardos cristalizados de ella, en su interior algo le decía que la abrazara, o por lo menos le dijiera algo lindo, pero nada en él raccionaba, a pesar de haberla conocido hace poco, podía sentir la misma angustia que reflejaban los ojos de ella.

- Pero no todo termina allí -hablo de repente la castaña- y esto es algo que te puede intesar... el bastardo ese lleva por nombre Flavio Vargas...

- Var...

- Sì, ese bastardo es primo del mismo que estamos buscando -susurró.

- Entonces... ¿por que Antonio esta hablando con él?¿lo conocerá? ¿tendrá algo que ver con el secuestro?...

Il rapimento di un Pomodoro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora