A un paso del culpable.

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Hallo~ hoy vengo con oootrooo capítulo xD

Hetalia es de Himaruya, yo solo utilizo sus personajes sin animos de lucro y solo para entretener y hacerles sufrir :3

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"No le digas a nadie" Antonio procesaba la última frase que escuchó por parte de su novio. No sabía como actuar, debía ir a decirles a los detectives pero si salía de allí y los veía los mataría a golpes de eso estaba seguro.

Entre su razonamiento y corazón hubo una lucha interna por cual seguir, el problema es que ambos le decían lo mismo, tranquilizó su ansiedad y se aventuró hacía el salón donde yacían los detectives.

Salio de la habitación con su cabeza dando vueltas las maneras de como contarlo.

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En el camino diviso a la distacia a sus amigos conversando felizmente, la rabia e importencia poco a poco le fue consumiendo, porque en ese mismo grupo estaban los que le hacían daño a su novio. Cerró los puños con fuerza y apretó la mandibula. Decidió tomar otro camino para no tomarse con ellos.

Camino -casi corrio- por los pasillos cuando de repente alguien le toma del brazo y detiene su carrera con él mismo.

  -  ¿Que sucede? -escuchó la voz de Emma, su profesora de ciencias.

Giro la vista topandose con la belga quien lo miraba confundida, ella lo entendía, lo conocía desde niño era como su hijo, por eso se preocupó y de inmediato notó que Antonio no esta del todo bien.

  -  Nada... -contestó Antonio desviando la vista.

  -  Toño... te conosco, se que sucede algo, vamos dime -le pidió la mayor con una tierna sonrisa.

  -  Cosas personales, nada más -susurró en forma de respuesta.

  -  ¿Por eso corrias? Yo diría que estas enojado.

  -  Quizas lo este... -sintió las lágrimas caer por sus mejillas- ...pero también estoy triste... no, peor que eso -cayó de rodillas al suelo, y la rubia se hinco hasta quedar a su altura- es una mescla de sentimientos terribles, me siento fatal, no se que pensar, que hacer, que decir, quisiera desaparecer, no lo soporto... me siento engañado, utilizado... quiero protegerlo, pero no puedo.

  -  ¿Es por Lovino? -preguntó ella acariciando el cabello del otro.

  -  Sí, me ha llamado, me ha dicho todo lo que él sabe, esta sufriendo, quiere morir y yo... quiero morir junto a él.

  -  Antonio... si lo sabes... ¿por qué...

  -  Porque tengo miedo... miedo a que sean ellos realmente.

  -  ¿Ellos, quienes?

Hubo un gran silencio, el cual era cortado por lo sollozos del español.

  -  Acompañame...

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Tocó la puerta con cuidado y esperó a que la abrienran, en cambio escuchó un "adelante" con cuidado abrio la puerta y encontró a los detectives revisando y comparando papeles.

  -  Dísculpe... -dijo Antonio asomando la cabeza.

  -  Hey! ¡Antonio! ¡Adelante! -dijo un alegre estadounidesnse.

  -  ¿Que se le ofrece? -preguntó una de las italianas.

  -  B-bueno... yo... -comenzó a balbucear el menor.

  -  Hey, ven toma asiento ¿deseas un café? -ofreció la rubia.

  -  Por favor.

Se sentó y entre sus manos tomó la taza y trató de calmar su nerviosismo.

  -  ¿A que ha venido? -preguntó el ingles.

  -  Me he comunicado con Lovino... -dijo, los detectives se miraron entre si- ... me ha llamado...

  -  ¿Desde un telefonó público? -preguntó la italiana menor, Antonio negó.

  -  ¿Desde un celular? -preguntó Chiara. Antonio asintió.

  -  Prestame tu celular, por favor -pidió Alfred, Antonio se lo entregó y el mayor se dirigió a un computador- Voy a rastrear el telefonó por el cual a llamado ¿dime cual es el contacto?

  -  es el de nombre "Feli"

Mientras Alfred revisaba el aparato móvil, los otros miraban a Antonio preguntandose como abordar lo que al parecer sabía, sin que se encontrara precionado.

  -  ¿Hace cuanto te llamo? -preguntó Chiara.

  -  Anoche.

  -  ¿y de que hablaron? -continuo Felicia.

  -  Me dijo... -guardo un largo silencio y sus lágrimas volvieron a caer- me dijo... que esta secuestrado...

  -  ¿Secues...trado? -se preguntó a si mismo Arthur.

Hubo un gran silencio en la sala, el cual solo dejaba paso a los "tic tac" del reloj y las teclas del computador.

  -  ¿Donde...

  -  No lo se... pero... -Antonio levantó la vista mostrando sus lágrimas e hinchados ojos- ... me dijo quienes lo tienen allí.

  -  ¡¿QUIENES?! -preguntaron/preguntaron todos los detectives asustando levemente al español.

  -  ... Son ...

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Estaban en el casino comiendo el almuerzo cuando las puertas se abrieron dejando entrar a dos rubios detectives, los cuales se acercaron a la mesa donde se sentaban el grupo de amigos.

  -  Joven Francis Bonnefoy, Gilbert Beilschimt, por favor hagan el favor de acompañarnos.

Ambos aludidos se miraron confusos y luego asintieron y se levataron, siguiendo a los detectives hasta el salón, cuando entraron fueron recividos por una filosa mirada cargada de odio por parte de Antonio.

  -  Tomen asiento, please -dijo la estadounidense- ahora... directo al grano, Antonio a resivido una llamada de Vargas, el cual se encuentra bajo secuestro en una casa a diez cuadras de la academia, ahora él mismo ha confesado ser secuestrado por ustedes y alguien más.

  -  Lo que queremos que nos constenten es: ¿Son ustedes los secuestradores de Lovino Vargas? -dijo la italiana mayor.

  -  No aceptaremos un no por respuesta -comentó Alfred.

Ambos amigos se miraron y de reojo observaron a Antonio quien apretaba con fuerza los puños.

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¡Estamos a un paso de la gran final!

sere sincera casi me pongo a llorar escribiendo esto y estaba en clase ¡y escribi durante un control! XD

Y estoy super sensible... maldito feels de hetalia T.T

Bueno esop y nos leemos~

ADIU~

Il rapimento di un Pomodoro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora