II

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LA PIEDRA DEL PASADO

Aun con el ceño fruncido y la frustración por perder el tiempo en algo que no era de su interés, el siempre estoico Seto Kaiba camino dentro de aquellos prístinos pasillos del museo.

Tal como lo había supuesto, no había nadie más en el lugar más que la mujer que se había presentado por televisión como Ishizu Isthar y algunos guardias de seguridad que protegían la entrada del museo de Island Domino. Seto Kaiba se había sentido un poco más tenso cuando las puertas pesadas cerraron la entrada y la mujer de pelo negro azabache portando de forma elegante un vestido en tonos arenas lo conducían por el silencioso lugar, donde solo el sonido de pasos se oía retumbar.

Teniendo que reprimir un gruñido de molestia se limito a seguir a la extraña mujer.

-Me alegro que hayas podido venir Seto Kaiba.- hablo la mujer para romper el incomodo silencio que se había instaurado.

- ¿Y los otros invitados?- pregunto de forma seca el castaño ante la amabilidad de la egipcia.

-Dije que era una invitación privada, fuiste el único invitado.- respondió Ishizu sin molestarse por la forma en que el castaño la veía o le hablaba.- De esta manera sería más sencillo para los dos hablar de negocios.

Siguieron caminando por las escaleras que dirigían al sótano, mientras un letrero de prohibido destacaba en la entrada que separaba las exposiciones normales de las que se consideraban especiales, al menos eso cruzo la mente de Seto, sobre todo considerando que caminaba con una extraña a un parte del museo desconocido, por lo que podía perfectamente ser una asesina.

-Solo ha pasados unos minutos y ya estoy aburrido.- comento nuevamente con la mirada fría puesta en la espalda de la mujer esperando algún extraño movimiento de la azabache.- Si no me dices de que se trata ahora mismo, me marcharé.

-Discúlpanos por esto, pero realmente hemos tenido problemas con algunos bandidos, por lo que debemos actuar con mucho cuidado.- la mujer seguía sin inmutarse ante la falta de respeto del menor por lo que sus respuestas eran directas y serias.- Puedes irte cuando quieras Seto Kaiba, pero estoy segura que te interesará lo que tenemos para ofrecerte.

- No me digas.- la voz sarcástica de Seto volvió a resonar con una ligera risa malintencionada.- y ¿Cómo sabes que es lo mejor para mi?

Ishizu Isthar tan solo ignoro sus arrogantes comentarios y mostro ante el chico de mirada azulada lo que se resguardaba en el sótano.

-Por aquí por favor.

Seto observo con frívola curiosidad las esculturas y piedras con jeroglíficos que se exhibía con orgullo de la antigua cultura Egipcia, debía admitir que aquello sin duda serían tesoros muy bien comprados por grandes coleccionistas, por lo que tenía sentido toda la seguridad que el museo tenía para el resguardo de dichas piezas.

-¿Crees en el destino?- la voz de Ishizu lo saco de sus pensamientos.

-¿Eso importa?- respondió Seto con una ceja arqueada e intentado procesar cuál sería el motivo ante tan absurda pregunta.

-Los Egipcios, solían pensar que el verdadero camino a la vida estaba predeterminado.- explico Ishizu con los dedos unidos en su abdomen denotando su conocimiento sobre su herencia.- Se decía que la historia tiende a repetirse a través de las épocas en un circulo interminable. Decían que no era tu opción venir aquí, pues el destino era que debíamos conocernos.

-Puedes ahorrarte todas esas tontearías, vine aquí por que dijiste que me mostrarías algo que sería de mi interés y podríamos hacer negocios, no a que me dieran clases de historia 101, ademas de hacerme perder mi valioso tiempo.- replico Seto con el rostro serio y la voz cargada de sarcasmo hacía la egipcia.

CHOQUE DE MUNDOS: BATTLE CITYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora