CHOQUE DE MUNDOS: BATTLE CITY

II

Joey Wheeler corría (como era su costumbre) por las calle de Domino Island para llegar a tiempo a la escuela o mejor dicho no llegar tan tarde como había hecho en la semana. Al menos lo intento hasta notar como la ciudad era bombardeada por anuncios de su amiga Phoenix posando y promocionando el ultimo invento de Seto Kaiba, era un especie de reloj de pulsera grande, bueno más bien, MUY, pero MUY grande.

Su curiosidad por saber que nuevo juguete había creado Rich Boy aumentaba con cada anunció que sus ojos chocolates veían, pero las campanas de la escuela anunciando el inicio de clases lo saco de su estupor haciéndolo correr. De cualquier manera cualquier cosa que hubiera creado el niño mimado estaría fuera de su alcance, sería algo solo creado para niños mimados como Rich Boy y Joey no estaba en la lista.

Hablando de dinero, Joey se quedó sin nada después de pagar la operación de Serenity, además de un cuarto donde se quedaba su hermana con su madre en un hotel bonito y "barato" cerca del hospital, no era justo que el adolescente de cabello rubio asumiera tal responsabilidad, pero por supuesto como muchas de las cosas en su vida, a sus padres les importo muy poco aquello y si quería lo mejor para su hermanita, entonces no tuvo elección.

Bien, no se desanimaría por eso, seguiría luchando por seguir sus sueños y cada día se convencía que quería ser un duelista internacional, estaba seguro que eso era su destino, estaba más que claro que no existía en el mundo nadie que pudiera superarlo.

Claro, era un sueño ambicioso considerando que primero debía derrotar a Yugi y a Rich boy, incluso a su amiga de cabello blanco Phoe, pero se valía soñar, Joey era claramente un chico honesto, pero muy soñador. 

Sus amigos no se sorprendieron cuando llego tarde a la escuela y termino siendo castigado por el profesor.

El día había amanecido medianamente normal, pero Joey tenía la esperanza que todo mejorará más en el transcurso.

Durante el receso, como solían hacerlo el cuarteto de amigos: Tea, Yugi, Tristán y Joey, subieron a la azotea para compartir un momento, iniciando como siempre con la razón de porque una vez más Joey llegaba tarde. No había forma que les dijera que se la pasaba estudiando sus cartas para elaborar estrategias, que intentaba ser más como Yugi, aunque ese nuevo entusiasmo lo metía en problemas al olvidarse de la tarea o se quedaba dormido tan tarde que por lógica despertaba tarde y le tocaba correr.

Al principio su hermanastro lo despertaba o al menos lo intentaba, al darse cuenta que pese a todo no conseguiría que Joey fuera más madrugador, su hermanastro simplemente se rindió y lo dejo ser responsable de si mismo. 

- Estaba leyendo algunas cosas interesantes.- bromeo en lugar de responder honestamente mientras comía un poco del almuerzo que había robado a Tristán y complementaba con su almuerzo que Nathaniel le había dejado.

-Oh, si claro, totalmente creíble.- se burlo Tea con su habitual sarcasmo, sus amigos sabían que si no fuera porque solía entregar periódicos los fines de semana, probablemente no leería nada más allá de mangas y comics.

Yugi que conocía el secreto de las "otras" lecturas no tan inocentes de Joey solo desvió la mirada y siguió comiendo su almuerzo preparado por su hermana Megumi, quien por cierto rara vez almorzaba con ellos, debido a los horarios diferentes que tenían por ser de un curso mayor. 

O al menos eso es lo que ella había dicho.

Los pensamientos de Yugi se vieron interrumpidos cuando Tristán, tomo represalias contra Joey por el robo de su almuerzo.

-Si claro, seguro fue una nueva publicación de Playboy o alguna otra más... ¿Como dices qué es?...- Tristán pareció pensar un momento con la mano sobre su barbilla.- Oh si, interesante.