2) el chico bajo el puente

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Los años pasaron y Victoria terminó sus estudios de psicología con honores.

Abrió su propio consultorio junto a su amigo Glenn y prosperó de una manera vertiginosa.

Trabajaba con particulares y también con el estado, que le mandaban personas sin recursos para ser atendidos de manera remota o presencial, la mayoria de las veces tenia que transladarse ella hasta donde se encontraban los pacientes, debido al mal estado de salud en que se hallaban.

fué el caso del sujeto debajo del puente, era un adulto mayor llamado Ernest y tenía un problema bastante severo de bipolaridad y esquizofrenia.

Era complejo que estuviera en situacion de calle, ella lo derivaría inmediatamente a un centro de salud estatal para ser internado. Pero las personas como Ernest siempre volvían a los viejos hábitos.

La calle no ayudaba.

Lo vió varias veces en esta situación, él no accedía a la internación.

Cuando finalmente logró convencerlo, lo acompañó hasta el último momento y paso a verlo a diario.

Le importaban sus pacientes, cada uno era un reto que se tomaba y en su afición por ayudar, se fanatizó con el trabajo comunitario.

-Por favor traigamelo doctora! no puedo dormir bien si Bonnie no esta conmigo!-

-Esta bien, no te preocupes Ernest, para mañana te lo traigo ¿si?-

Bonnie era un conejo de peluche que Ernest acarreaba de arriba a abajo. No estaba dispuesto a abandonarlo en ese basurero en el que vivía, y ella le haría el favor de ir a buscarlo por él.

Ernest era complicado, pero muy buena persona y en verdad queria ayudarlo.

Salió del hospital y condujo hasta el puente de la inter estatal.
Debajo, las cosas parecían no haber sido tocadas, asi que tenía la esperanza de encotrar el peluche por algun lado.

Se adentro en la cobacha donde dormia Ernest y vio a un hombre tirado en el edredon apestoso que funjia como cama.
no se asustó, estaba por completo acostumbrada a ver este tipo de imagenes, era mas habitual de lo que se podría esperar.

Tomo el teléfono para llamar a emergencias, pero antes de salir, vió algo que le heló la sangre.

El hombre tumbado llevaba una camisa espantosa en la cintura, jamas podria olvidarla.

era esa misma camisa que alguna vez había estado en su propio rostro, con la que ese bombero había evitado que inalara mas humo y se ahogara.

Era él. sin dudas era él...

Demacrado, flaquisimo, ojeroso y con la piel grisasea, primer indicio de desnutrición y abuso de drogas..

El alma pareció rompersele en mil pedazos a Victoria.
¿cuanto tiempo habia pasado desde que la había sacado de ese edificio en llamas? ¿cuantos pesares habría soportado? ¿que vida estaría viviendo ese joven??

se lo habia preguntado innumerables veces y no encontraba respuesta.

Pero ahí estaba ahora. ahí estaba Ace, y parecía mas muerto que vivo.

Con todo el dolor del mundo se agacho a corroborar que siguiera con vida.

Una jeringa aun colgaba de su brazo y la liga de goma que sujetaba su piel seguía haciendo remarcar sus venas.

El pulso en su carotida le indicó que estaba vivo, aunque no lo pareciera.

No se dio cuenta en que momento las lagrimas comenzaron a rodar por sus mejillas y entonces entendio la actitud del muchacho aquella vez ¿ya era adicto entonces?

El bomberoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora