3) Abstinencia

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Los días que se siguieron, fueron los más difíciles en la vida de Ace. No los más tristes ni los más dolorosos, los más difíciles.

Jamás se imaginó atravesar  tanto dolor físico, mental y emocional.

Fue una verdadera tortura.

Comenzó con nauseas y mareos varias horas después del maravilloso desayuno que le había brindado Vicky.

Ella se lo veía venir, pero no imaginó que fuera tan pronto.
Eso solo le indicaba la frecuencia con la que éste ingería la mierda que se metía..

-Ace, sabías que esto iba a pasar. No es nada que no hayas pasado la última vez..pero ésta vez yo estaré todo el tiempo a tu lado..¡No estás solo!-

Éste le había contado que ya había intentado superar esta adicción en el centro de salud al que habían ido la noche anterior, pero el tratamiento había sido tan agresivo que se había llenado de traumas..

Fue un completo fracaso y recayó al poco tiempo de salir.

-No fue agradable tragarme mi propio vómito Doctora.. eso me pasó innumerables veces en el hospital.. el dolor en todo el cuerpo, el mareo y las ganas de arrancarme la piel por la picazón. Pero la ansiedad fue la peor parte..-

-Iremos poco a poco Ace.. Solo un paso a la vez.. hoy será intentar no lastimarte.
Y en la parte mental, crear un espacio seguro.
Lo haremos juntos.
Iremos juntos a ese lugar mental en dónde te sientas a salvo...-

Y así fue como Victoria logró un primer día bastante aceptable para él.

Los siguientes fueron duros , algunos más físicos, otros más mentales y otros más emocionales..

Los peores sin duda, fueron los mentales.
Ace tenía mucho miedo y se aferraba a la voz de Vicky como si fuera un tablón en un remolino de agua.

-¡Si me sueltas moriré!- gritó entre pataleos y la abrazó con fuerza.

-¡No. No lo harás! ¡Eres fuerte Ace. No lo olvides!
Aquí estaré siempre, no me iré a ningún lado, aquí Estoy, Confía en mi, pero sobre todo confia en tí.-

Tuvo ataques de pánico y paranoia. Sentía que alguien lo sofocaba y un nudo en la boca del estómago.

En su peor momento llegó a tener delirios leves, pero por suerte duraron poco.

Vicky estaba agotada, era la verdad, pero aprovechaba para descansar un poco cuando él se dormía.

Lo cuidó día y noche, comió mal. Durmió mal. No fue a trabajar y casi se enfermó, pero no claudicó jamás!

Ya tendría que mermar un poco el síndrome de abstinencia..

Al menos los vomitos y el dolor abdominal se habían ido. Pero persistían fuertemente la ansiedad y los mareos.

-Mañana se cumple una semana Ace..ya debería terminar. Ya te desintoxicaste, los residuos que quedan son mentales, es acostumbrar a tu mente a permanecer en éste estado, pero la peor parte ya pasó..-

-No estaría tan seguro.. aún me da miedo, solo me tranquiliza el agua.. ¿Me lavas el cabello??-

-¿otra vez?-

-¡Por favor! Sabes que me hace sentir mejor..-

-Está bien, pero te preparas la bañera tu solo.-

-Nooo..-

-¡Vamos Ace, no eres un niño chiquito!!
Te estoy malcriando demasiado...-

-Definitivamente.- rió
-Por cierto, enseñame a hacerlo como tu lo haces, tu le pones cosas al agua que se siente muy bien..-

El bomberoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora