Capítulo 3

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La experiencia de ser un bebé realmente no se lo deseo ni a mi peor enemigo, carne flácida, tendré pesadillas con eso, todavía tengo escalofríos luego de que mi querida madre zanahoria me diera de comer, tetas caídas más de lo normal, no me gustaba criticar cuerpos pero esa mujer parece perra de mil hijos, bueno, así decía mi abuela cuando una mujer tenía más hijos de lo normal al igual que las tetas más caídas, no se porque pero tuve el presentimiento de que esto se parece más de lo normal a un fan fic que escribí en mi primera vida, si era así, estaba medio jodida, tenia la perversión de escribir mucho drama o dar giros raros a la historia, un leve miedo era lo que tenía en ese momento pero nada comparado a la madre zanahoria.

Hasta ahora su vida era buena, la rutina de ser un bebé era bastante simple, hacia sus necesidades, lloraba para que la limpiaran, comía de su madre con algo de repulsión al ser consciente de sus actos pero sabía que no era con mala intención sino por necesidad, jugaba con los gemelos quienes eran un amor y se hacían bastante apegados a ella, simplemente le encantaba tener hermanos, se hizo querer en la familia de pelirrojos por lo que no creo que en un futuro me traten mal o algo por no ser biológicamente una Wesley.

Ahora se encontraba jugando con sus hermanos, bueno, ella estaba en brazos de Charlie mientras que sus hermanos le hacían caras, tenía a penas un año así que mucho no podía hacer, entrenaba su magia porque quería tener una mayor comprensión de ella, por lo que a veces meditaba pero como era una bebé se dormía a los minutos, no duraba mucho despierta así que no quería desperdiciar ningún segundo que era totalmente valioso, le gustaba su vida pero le disgustaba no poder moverse como quiera, no poder hablar era horrible, el sentimiento de impotencia, de saber que era vulnerable sin que nada pueda hacer lo odiaba, pero al parecer ahora estaba protegida por niños zanahoria, quienes hacían muecas y chistes malos para hacerme reír.

-buababuabua, qué clases de palabras estará diciendo?- percy dijo mientras la analizaba con sus pequeños ojitos.

-No lo se, supongo que le parece gracioso- dijo Bill con su voz infantil

Le parecía algo tonto, niños cuidando de otros niños, como si tuvieran que ser mis niñeras, obviamente notaba que ellos a veces querían jugar o descansar luego de limpiar sus habitaciones o la casa, cuando había magia para hacerlo, cargaban a niños pequeños para hacer cosas como limpiar, cocinar o cuidarme, no se veía lo malo, podían ayudar de vez en cuando pero no podían hacerlos cuidarme 24/7, eran niños aún, pero ella no podía hacer nada, solo podía reducir su carga, solo llorando cuando tenía hambre o necesitaba cambiarme, a penas sabían cuidarse ellos solos, no iba a hacer que los castigaran o algo así.

Decidió jugar un rato más con sus hermanos antes de fingir estar dormida para poder practicar su magia aún que no dudaba que luego se dormiría de verdad así que hizo una pequeña sonrisa para que supieran que al menos se divertía y le gustaba estar con ellos, cayendo en los aclamados brazos de morfeo se dejó llevar por el dulce sueño.

Dos meses había pasado y ya tenía 1 año y tres meses, era una bebé saludable por supuesto, lo mejor de todo es que la señora weasley ya no tenía que bajar su gran brasier para darme de comer porque ya podía comer cosas como papillas y alguna que otra cosa de comida mágica para bebes, fue el día más feliz de mi vida después claro de cuando me dieron mi primer bolso de dior personalizado por mi cumpleaños número 7, lo mejor del mundo.

Actualmente me encontraba en modo pensativa pensando,amo el dinero pero las zanahorias con patas no tienen money, en la historia original, harry y ginny son parejita, pero en mi super e iconica vida soy mayor que el y la verdad no me atrae para nada, tendré que pensar otra forma de ser rica, porque no estoy acostumbrada a este tipo de vida sin ofender a los que todavía viajan en colectivo tercermundista.

(Soy la autora, difícil es escribir un personaje clasista, siendo clase media, tengo auto, si pero a veces toca viajar en colectivo, humildad señores, ante todo, la humildad)

Que difícil es ser yo, creo que lo mejor es practicar mi magia en vez de pensar en el dinero, faltan años y años para eso, todavía ni puedo ir al baño sola, que ya estoy pensando en levantar la pala para trabajar, no puede ser, que pena la verdad, los ejercicios de magia que me invente son para venderlos por derechos de autor.

Ahí les tiro uno, darme la vuelta en la cama usando un LeViOsA, es increíble, sufrí ese hechizo dos meses para poder hacer lo bien, pero me vino de diez puntos para practicar hechizos sencillos no verbales y todo eso, muy lindo todo, otro ejercicio que me invente fue el de prender pequeñas llamitas de fuego de varios colores, me creía sabrina spellman invocando las llamas del infierno, re bruja yo, me falta no más el novio suicida y el otro que canta y soy toda una mestiza coqueta.

Quería practicar un nuevo ejercicio que me lo estaba inventando sobre la marcha, consistía en tratar de mostrar mi magia en forma física, es decir, poder visualizar mi magia fuera de sí para poder examinar mi núcleo a una mayor profundidad, obviamente era solo una bebé y magia tan avanzada como esa era en lo que solo podía soñar por ahora, por lo que mientras practicaria la visualización, imaginaría como recorre mi magia por mis venas, como se siente, incluso ver colores, tratar de crear un espacio en mi mente donde sienta que mi núcleo está seguro, una forma de adelantarme de cierta forma a los magos.

Adelantarme, digo porque ellos solo lanzan el hechizo, más bien, no lo analizan, ni tampoco visualizan su resultado lo que hace que a veces no resulte, me perdí en mis pensamientos que ni si quiera me di cuenta que estaba volando y me pegue al techo hasta que escuche un cuervo gritando con asma

-OH POR MERLÍN, GINNYY!!!, ARTHUR VEN PARA ACÁ Y AYUDAME- ese grito de urraca lo hubiese reconocido aún estando a kilómetros de distancia-.

-buabuaba-le dije que se calmara pero parecía que tenía una papa en la boca cuando hable-.

Magic| H.PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora