MY ENEMY. -Vi .arcane.

𝗰𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝗻𝗶𝗻𝗲

Syel

Tenía un rato fuera de la casa de Grayson cuando por fin salió.

Salió de su casa más sonriente de lo normal, no me vio de un principio, tardo unos segundos en captar que estaba ahí.

—¿Que haces aquí tan temprano?, te vez bastante obvia, el barco sale hasta el anochecer —puso uno de sus brazos sobre su cadera.

—Alguien le dijo a mi hermana y arruinó los planes.

La mujer no mostró mucha sorpresa, no era muy expresiva, abrió de nuevo la puerta y me señaló para que entrara, había entrado a su casa solo una vez, cuando mi padre murió, ella y su esposa me habían dado cierto consuelo cuando abrieron las puertas de su hogar para mi.

A pesar de que ambas eran muy reservadas.

Entre y seguida de mi entro Grayson.

—Marrie, hay visitas —La esposa de Grayson salió de la cocina con las manos mojadas y un mandil blanco que resaltaba su piel trigueñas.

Marie solo sonrió, no era una mujer de muchas palabras, pero aún así su compañía resultaba reconfortante.

—Adelante pasen —susurró.

Me senté en uno de los sofás de la oficina y mire a Grayson sentarse detrás del escritorio.

—¿Como se enteró?—hablo mientras prendía su cigarrillo, refiriéndose a mi hermana.

—Tal vez fue uno de tus hombres, e visto a una persona en general algo entrometida últimamente Gray —toque mis manos con nervios.

—Marcus.

—Si, Marcus —afirme.

—¿Porque crees que tendría algo contra ti niña?, digo es un hombre con un futuro aquí —Grayson frunció levemente las cejas.

—Algo quiere ganar, no sé tal vez, quiere un puesto más grande.

—Mientras yo viva no me podrá ganar, su nivel no es como el mío —como siempre algo arrogante vivía en ella.

—Si eso lo sé Gray, —mire el techo unos segundos, había algo dentro de las palabras de la mujer que me inquietaban "mientras yo viva"— Prométeme que vas a cuidarte de él Grayson.

La morena me vio y sonrió, ella sabía que era lo más cercano a una madre que tenía, al menos ella no me abandonaría solo porque si.

—Puedo con un idiota como él.

Le sonreí e intenté pensar en que era verdad, lo era.

—¿Qué voy a hacer ahora? —me tire completamente en el sofá con mis manos tapando mi cara.

—Puedo conseguirte otro barco hacía haya, pero sabes que tarda, tal vez una semana o dos.

—No tengo tanto tiempo, Mel tendra su fiesta de ascenso en una semana, no podré salir de esa casa después de eso —hablé.

No me había dado cuenta de que Marie estaba en la puerta de la oficina con la mitad de su cuerpo cubierto por la misma.

Hasta que hablo.