Prologo

4 0 0
                                    

Tenemos una pista.

Anunció después de estar casi dos años sin saber nada de ellos.

La ausencia de alguien puede afectar la química de tu cerebro, más si es de una persona que amaste con el alma, en mi caso fue mi perfecta hermana Jade.

Ella junto con dos autobús llenos de cien estudiantes asistieron a una excursión escolar que los llevaría a su fin.

Desaparecieron, imprimí afiches, llame a la policía más de cien veces, grite por las calles pero nada y tanto yo como los demás habíamos perdidos esperanza.

Siempre creí que yo moriría primero, creí que me iba a llevar la muerte como a todos a mi alrededor pero sorprendentemente fui la única de los cien que se quedó en casa y no desapareció.

Era un pueblo pequeño así que constantemente me preguntaba ¿donde pudieron desaparecer?.

Me sentía triste debido a que no podía ir a la excursión por mi condición cardiaca de por si era la paria de la preparatoria para ahora no asistir al campamento que habíamos planeado durante un año.

Pero eso me salvo, me salvo de lo que sea que los haya pasado y me convertí en el diamante de el pueblo.

Todos perdieron a sus hijos y yo era la única adolescente en el pueblo.

Al final me rendí, Jade murió, no me importaba si no había cuerpo ya que me canse de esa búsqueda insaciable.

Pero un día Cassandra llegó emocionada, era mi madre adoptiva su hijo se llamaba Rhett y junto a todos los demás desapareció.

Hasta que llegó el, Adam, fue uno de los que se fue pero también el único que volvió.

Esto da esperanzas a algo que creí muerto a algo que ya me había hecho perder la cordura, Adam trajo algo que jamás quería desenterrar.

Desaparecidos Where stories live. Discover now