Despedida

42 8 0
                                    

Todos en el salón voltearon a ver al muchacho blanco que se encontraba en la puerta.

-¡¿Que mierda Moxxie, que haces aqui!?- exclamó Blitzø
-Señor tenemos un problema
-¿De que se trata?- pregunto
-Es Loona...no esta- está última frase alteró mucho al Beta, como que su hija no estaba.

Salió corriendo de la sala sin decir una palabra, dejando a Stolas y a los otros dos atrás.

-¿Loona?- pregunto el rubio
-Es su hija- dijo el Goetia con un tono preocupado- debo de ir con el
-¿Que? No Stolas debes de-
-Tengo que apoyarlo Luci, el me apoya, debo de hacer lo mismo- dijo agarrando su abrigo- enviaré la limosina para que te recoja y te lleve a casa, no me sigas, procura que Via se duerma y por favor, cuídate, ¿Entendido?
-Entendido...tu también cuídate
-Gracias Luci- sin más, apresuró el paso hasta alcanzar al Beta.

Lucifer se sentó, quería ayudar pero no sabía cómo, se sintió inútil en ese momento, quería apoyar a encontrarla pero solo podía quedarse sentado.

-Es una lastima que tengan que pasar por eso- menciono el moreno
-Si...si tan solo la conociera ayudaría a localizarla, pero no puedo- dijo con un tono triste y preocupado
-Oye, tranquilo querido, ella va a estar bien, la conozco y no es alguien que se deje fácil.

El rubio alzó la mirada, intrigado por lo que acababa de mencionar -¿Por qué lo dices?-
-La primera vez que la conocí me mordió, desde ahí me mantengo alejado de ella- menciono con una ligera risa
-¿En serio hizo eso?- conteniendo las ganas de reír
-Si, esa niña está igual de loca que su padre
-Él se ve muy joven para tener hijos
-La adopto, no pudo soportar la idea de dejarla en ese orfanato, yo la conocí un mes después de la adopción, desarrollo un instinto protector con su padre y me mordió cuando vio que estábamos discutiendo.

El rubio no aguanto más y se echó a reír
-¡Hey! No te burles aún tengo la marca- dijo subiendo la manga, mostrando unos pequeños dientes marcados en el antebrazo- Esa niña tiene dientes fuertes
-Lo lamento, es que no puedo evitar imaginar esa escena- dijo, entre carcajadas
-Ya te veré cuando la conozcas, cariño- empezó a reír, contagiado con la sonrisa del contrario
-Bueno espero no hacerlo
-Espero que te muerda y te entierre todos los colmillos- dijo moviendo las manos de forma dramatica, actuando como si la niña fuera un lobo.

El ojiazul no pudo evitar reírse ante la actuación del castaño, el sabía como hacerlo reír.

Paso un rato más, el reloj marcaba las 12:00 am y la compañía del ojicafe era muy acogedora para el Omega, no paraba de reír, la plática era entretenida y no paraba nunca; la fiesta iba para largo, generalmente terminaban a las 5:00 am o hasta que los invitados estuvieron lo suficientemente drogados o alcoholizados.
El ambiente se había puesto raro, parejas insinuandose, personas drogadas o algunas escenas incómodas para ambos, asi que decidieron salirse de ahi. Salieron al jardín, esperando la limosina que mando el Goetia.

-Fue muy agradable pasar el rato con usted- dijo el Omega
-Dimelo a mi, nunca había disfrutado tanto una conversación
-¿Gusta que lo pase a dejar a su hogar?
-Tranquilo querido, no está muy lejos, puedo ir caminando
-¿Seguro? No hay problema si quiere- insistió
-Seguro, me ayudara a estirar las piernas

La limosina estaba esperando la entrada del joven Morningstar al carro en el estacionamiento.
-Bien, me temo que tendré que retirarme- agrego el rubio
-Espero volver a encontrarte y compartir otra hermosa velada- el castaño tomo suavemente la mano del ojiazul, y de la misma manera en la que se presentó, se despidió, beso dulcemente los nudillos e hizo una pequeña reverencia antes de tomar un rumbo distinto al del Omega.

La noche había sido maravillosa, pero ahora se presentaba un problema minúsculo...la carne. Con la presencia del bello rubio, Alastor olvidó por completo la razón de su asistencia.

-Ahora, de dónde la sacaré- se preguntaba así mismo

De repente una voz desconocida le gritó

-¡Hey! ¡Tu! El de traje- un borracho que se encontraba afuera llamo su atención-Traeme otra cerveza, pero asi- empezó a chasquear los dedos en señal de apresuramiento, había confundido a la persona incorrecta con un mesero.

-Bingo

Caminos Cruzados // •Radioapple•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora