Atrapado

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Paso un largo tiempo desde que despertó, más o menos 3 horas o tal vez 4 o 5, pero de lo que estaba seguro es que se encontraba sin salida, había seguido a la luna, las estrellas, el camino de luces que se puso frente a él y aun nada, ni una voz, ni una persona, ni una señal

Nada...

Solo al pasar las horas, fueron apareciendo planetas, cometas y una que otra constelacion, como si de una galaxia se tratara, un universo entero...

Su universo entero

Pero lo más extraño es que había de todo menos lo que el quería, su familia, sus amigos, su Blitzø. Si de verdad él estaba atrapado en lo que podía ser su mente, ¿por qué no había nada de eso?, al parecer no había rastro de vida, más que la suya, como si estuviera aislado, aislado de su hija, aislado de su mejor amigo, aislado de lo que pasaba en el mundo. Al parecer ese aislamiento duró la mayor parte de su vida, desde que se comprometió con la mujer que arruinó su vida, desde que fue apartado de su felicidad para cumplir con el deseo de su padre, quien ahora ya no estaba, quien nunca se presentó un solo día en su casa, quien nunca fue un papá, solo un padre. Al parecer dicho aislamiento lo estaba haciendo pagar ahora mismo, dejándolo solo, sin escapatoria, sin un camino que recorrer, solo él, esos planetas vacíos, esas estrellas, y la luna quien era su única acompañante.

Al menos ahora podía pensar en todo lo sucedido, en lo que hizo mal, en todo lo que lo atormentaba desde hace un tiempo.

Y lo hizo...

Empezó a pensar en lo que él quería y en lo que él necesitaba, y cada vez que entraba más y más en sus pensamientos solo se nublaba, como si su conciencia no quería que viera la verdad, como si eso lo fuera a lastimar, pero poco a poco pudo ver una parte, luego otra, y otra. Cada vez estaba siendo más claro.

-Juré con sangre, el mantenerme de ilusión- empezó a caminar, viendo cada detalle de su mundo- estos astros hoy daran poder a mi fuerza interior.

Cada que recorría el lugar, se hacía más grande- soy quien protege, a todo aquel viejo ritual- tomó a su planeta, al planeta Tierra- me desconecte de aquel lumbral...- de ahi salio la luna, quien ya no se encontraba en el cielo- de cualquier noche estelar- alejo a la Tierra y se quedó con su satélite natural- hoy mis brazos te querrán a ti- a cobijo a esta entre sus manos, pensando en su amado- quiero escuchar tu voz...

Aparto a la Luna de su pecho, y la miro fijamente- mi cielo, aunque duela debo darte está opcion- dejo ir a está, quien ahora solo flotaba a sus alrededores- puedo darte todo y mucho más, o puedes verme suplicar...- esta empezo a irse lentamente- ya mirame, ya mírame...queda algo que no sepa yo- empezó a seguirla esperanzado de encontrar algun tipo de salida- o ya no habra un nosotros dos, y ven...y ven- la Luna volvio a su lugar en las alturas quedando grande otra vez, hermosa y radiante ante los ojos de este

-Mírame...

[...]

-Donde está ese maldito hijo de perra- se quejo entrando al hospital, saco su teléfono y marcó al número de su amigo

-¡Vox, que bueno que llamas!- dijo con un tono meloso, obviamente fingido- dime, ¿Ya tienes lo que te pedí?

-Si Val, si lo tengo, ahora dime en qué cuarto estás

-En el 5 12, piso 3, apúrate que es urgente- sin dejar hablar al otro colgó inmediatamente el teléfono

-Mierda, a subir escaleras- empezó a dirigirse a estás ya que el ascensor estaba descompuesto desde hace 5 años

Caminos Cruzados // •Radioapple•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora