Oop's, sorry.

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Skyler caminaba tranquilamente por los pasillos con sus libros en brazos. Llevaba una semana que regreso de nuevo a el colegio y una semana sin ir a clases de baile. Alison, su amiga había hecho un drama apenas la vio, y también le hizo mil preguntas. Aveces se preguntaba ccomo llegó a ser amiga de alguien como Alison, totalmente diferente a ella. Alison era impulsiba, no le importaba que su lenguaje suene como el de un camionero y era bastante dramática mientras que Skyler era cuidadosa con sus acciones, las pensaba con sumo cuidado antes de actuarlas, su lenguaje era educado, y sus actitudes eran amables. Alison tampoco era muy fijada en su apariencia, ni en su peso, sin embargo su larga cabellera  rubia y sus ojos azules la.hacían verse como una barbie se ponga lo que se ponga, mientras que Skyler tardará una hora con treinta minutos en sólo elegir su vestuario de la mañana, cuarenta minutos en su maquillaje, una hora completa para su cabello el cual después de dos horas de pasar bien sujeto, sus rízos se escapaban de la liga que lo sujetaba y se enredada.

- ¡Dios, Sebastián! - Jadeo una voz femenina sacándola de sus pensamientos. Algo desconsertada siguió caminando hasta que encontró la dueña de aquel jadeo.

Era una chica,la cual la reconoció como Sandra, la capitánada de nado sincronizar en el instituto. Una chica de cabello color marrón y extremadamente nació, su figura era atlética y su tono de piel era bronceado haciendo resaltar sus ojos color miel.
Ella se encontraba con sus piernas enredada en el cadera de un chico, Sebastián. E encaje morado de el sujetAdor de Sandra podía verse desde la posición de Skyler.

Skyler vio con sorpresa como sebastián se había restregado con total descaro contra Sandra quién soltó un gemido que retumbo por todo el pasillo logrando que Skyler soltera suave libros atonita.

Sebastián se giro levemente para ver quién había hecho tal ruido aún con Sandra debiéndose sus labios, y cuando noto a Skyler soltera ha unos cuántos metros más allá de el observando el espectáculo que estaba dando. Y como sí lo hubiesen empujado se alejo de la chica botandola en el piso haciéndola chillar en modo de queja.

Skyler miraba a sebastián con la boca abierta, paralizada en su lugar, blanca como sí de un fantasma allá cruzado frente a ella se tratara.

- Diablos, justo cuando se ponía bueno. - Dijo una voz atrás de Sebastián. El chico de pelo verde.

Parece un mimo anorexia. Pensó Sebastián al verlo, llevaba una semana sin ni sí quiera verlo cruzarse en el pasillo. Llevaba un suéter de rayas negra y blancas, unos skinnys negros rasgados, titanes y un sombrero negro con una franja roja.

-¿No tienes nada mejor que hacer? Tú... Niño... - Murmurar Sebastián al recordar que no tenía ni idea de el nombre de aquel chico.

- No te sabes mi nombre, que desgracia, me has herido. - Dijo el chico llevándose dramáticamente la mano al pecho. - Eres muy original al pensar que me veo como un mimo, Hola Skyler - saludo el chico viendo a Skyler aún paralizada en su lugar recibiendo la mirada repleto de odio de Sandra quién estaba en el piso de brazos cruzados.

Skyler sacudio su cabeza sacándose de el shock mientras se inclinada a recoger sus libros apenada. Sebastián troto hacia ella recogiendo el último libro que le faltaba y se reincorporaba extendiéndole el libro a Skyler quién no se atrevía a levantar aún mirada de sus zapatos.

-¡Sebastián! - Chilló Sandra esperando que sebastián la ayudara a levantarse.

- Tú hermana está más buena, no me interesas. - Murmurar Sebastián lo suficientemente fuerte para que ella la escuchara, quién sólo gruñido disgustada.

- Gracias... - Susurro Skyler tomando el libro.

- Te ves muy bien, rizos. - Dijo sebastián sin pensar ganando el rubor de Skyler.

(:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora