Capítulo 5

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El sol se alzaba sobre Konoha, iluminando la aldea con su cálida luz matutina. Boruto Uzumaki y Sarada Uchiha caminaban juntos hacia la Academia Ninja, bromeando y disfrutando de la mañana. Aunque la vida en Konoha tenía sus desafíos, momentos como estos eran un recordatorio de la normalidad y la alegría que también formaban parte de sus vidas.

“Entonces, Boruto, ¿cuántas veces te ha regañado hoy tu padre?” preguntó Sarada, riéndose mientras empujaba a su amigo juguetonamente.

Boruto rodó los ojos. “Más de lo que me gustaría admitir. Pero, ¿qué puedo decir? Él es el Hokage. Tiene que mantener su imagen.”

Sarada sonrió. “Al menos te preocupas lo suficiente como para escuchar sus regaños. Eso ya es un progreso.”

Mientras seguían caminando, Inojin y Himawari se unieron a ellos. Inojin, con su actitud relajada, y Himawari, siempre alegre y con una sonrisa en el rostro, completaron el grupo. Juntos, representaban la nueva generación de ninjas de Konoha, listos para enfrentar el futuro con valentía y determinación.

“¡Hey, chicos!” saludó Inojin. “¿Listos para el entrenamiento de hoy? Oí que el sensei tiene algo especial planeado.”

Himawari saltó de emoción. “¡No puedo esperar! Quiero aprender más técnicas y mejorar mis habilidades.”

Mientras conversaban y se dirigían a la Academia, la vida en Konoha continuaba con su ritmo habitual. Sin embargo, todos sabían que la misión del equipo de Sasuke para detener a Raiden y La Llama Negra seguía en marcha, y la incertidumbre sobre su éxito o fracaso pesaba en sus mentes.

En la Academia, los estudiantes se reunieron en el patio para el entrenamiento matutino. Shino Aburame, su sensei, estaba de pie esperando, con su característico aire de calma y misterio. Los alumnos formaron filas, ansiosos por descubrir qué les deparaba el día.

“Hoy vamos a trabajar en el trabajo en equipo y las estrategias de combate,” anunció Shino. “Cada uno de ustedes se emparejará con alguien diferente para esta actividad.”

Boruto y Sarada se miraron con una sonrisa cómplice. Siempre habían sido un equipo fuerte, y sabían que podían confiar el uno en el otro en cualquier situación. Sin embargo, hoy tendrían que demostrar su habilidad para colaborar con otros compañeros.

“Inojin, trabajarás con Boruto. Himawari, tú estarás con Sarada,” continuó Shino, observando las reacciones de sus alumnos. “Quiero ver cómo se adaptan a trabajar con diferentes estilos y habilidades.”

Boruto y Inojin intercambiaron miradas de determinación, mientras Sarada y Himawari sonrieron, listas para el desafío. Los cuatro sabían que este ejercicio no solo era una prueba de sus habilidades, sino también una oportunidad para fortalecer sus lazos y aprender unos de otros.

El entrenamiento comenzó, y los equipos se lanzaron a sus tareas con entusiasmo. Boruto e Inojin trabajaron juntos para enfrentar una serie de desafíos físicos y mentales, utilizando sus habilidades de manera complementaria. Inojin utilizó su técnica de tinta para crear ilusiones y distracciones, mientras Boruto se encargaba de la ofensiva con su destreza en taijutsu y ninjutsu.

“¡Inojin, a la derecha!” gritó Boruto, lanzándose hacia un objetivo mientras Inojin creaba una distracción con sus dibujos de tinta.

“¡Entendido!” respondió Inojin, moviéndose con precisión y agilidad.

Mientras tanto, Sarada y Himawari demostraban ser un equipo formidable. Sarada, con su Sharingan activado, analizaba cada movimiento y estrategia, guiando a Himawari a través de los obstáculos. Himawari, con su entusiasmo y energía, seguía las indicaciones de Sarada, combinando su fuerza con la inteligencia táctica de su compañera.

Narusaku una traición + BorusaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora