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"Buscar personas vulnerables"

Por fin había terminado aquella semana. Max aún no estaba seguro de querer ayudar a Bradley.

Después de todo, se tenía bien ganado lo que había sucedido; había perdido todo debido a su deshonestidad y las trampas que había hecho. Además, debía aprender que sus acciones traían consecuencias. Si lo ayudaba, volvería a ser el mismo niño mimado insufrible de siempre...

En ese momento estaban entrenando para los próximos juegos extremos. Ya habían probado la victoria y no querían soltarla. Además, le servía para dejar de pensar un poco en Bradley y despejar su mente antes de decidir algo. Sin embargo, mientras patinaba, notó a alguien mirando detrás de las gradas.

Se quedó mirando por bastante tiempo, intentando descifrar quién era, ya que no se veía como un admirador, lo que terminó provocando que el chico se distrajera de más y cayera, llevándose a sus amigos y tirándolos en el proceso junto con él.

Tras la caída, aquella persona se metió en los vestidores, pero mientras entraba, Max por fin logró divisar que se trataba de Bradley.

—¡Ay, Max! ¿Qué onda? —dijo PJ levantándose mientras se sobaba la cabeza—. ¡Casi me rompo la cabeza!

—Lo siento, bro —respondió Max, mirando de reojo a los vestidores—. Yo... iré a los vestidores a tomar un poco de agua.

Bobby señaló desde el piso las botellas que se encontraban en la esquina de la pista esperando.

—Es que necesito ir al baño... antes de tomar agua —sus amigos lo miraron con dudas de nuevo, pero no lo cuestionaron, ya que aunque hubieran querido hacerlo, el chico huyó rápidamente de la escena hacia los vestidores.

El patinador entró con sigilo, ahora siendo él quien espiaba a la distancia. Veía actuar algo sospechoso al chico castaño; parecía mirar a todos lados asegurándose de que nadie estuviera allí, y una vez lo hizo, sacó de su mochila toallas limpias, intercambiándolas por las que estaban en el cesto de toallas sucias del equipo de Max.

—¿Qué es lo que haces? —El comentario hizo que Bradley se sobresaltara, tirando las toallas.

—Imbécil... ¿Qué piensas que hago? Cumplo con mi parte de la apuesta. ¿Quién demonios pensabas que estuvo lavando sus toallas todo este tiempo?

—No lo sé, creí que por ser ganadores había un servicio de limpieza o algo. —El contrario bufó ante la estupidez que acababa de escuchar.

—¿Cómo alguien puede ser tan tonto?

Max no se defendió; realmente lo que había dicho era una tontería. Ni siquiera él entendía cómo ninguno de los tres se había preguntado eso nunca. Se limitó a encorvarse y ayudar a levantar las toallas en el piso, mientras el más alto le dedicaba una mirada llena de furia y quizás algo de frustración.

—¿Qué haces aquí? Aún no termina tu entrenamiento.

—¿Te aprendiste nuestro horario? —Volteó rápidamente al escuchar lo último.

—Era necesario para evitar ver sus patéticos rostros. —Rodó los ojos ante el comentario; si algo no había cambiado de Brad era el hecho de que siempre parecía estar a la defensiva, incluso cuando no buscaba pelea contra él.

—Bueno, vi cómo nos espiabas desde las gradas. Te veías patético. Además, últimamente no te he visto practicar. ¿Lo dejaste?

—El que no me veas practicar no significa que lo haya dejado, pero por si no lo recuerdas, por tu estúpida culpa ya no tengo equipo... y si quieres ver algo patético, deberías usar un espejo.—

"Complejo de Salvador" [Maxley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora