Fingir que nada había pasado fue difícil, aún mas cuando todo su ser, consiente e inconsciente, anhelaba estar con Castiel; su destinado.
Sin embargo ese anhelo y amor tuvo que ser enterrado, encerrado en una caja y tirado a lo más profundo de su ser. El día siguiente al “incidente” (como Dean comenzó a llamarlo en su cabeza) él y Castiel eligieron el pastel de bodas, fue un poco poético que entre todos aquellos sabores y olores Castiel eligiera el mismo que Dean. Y quizás era algo egocéntrico pero juro ver una pizca de arrepentimiento en los ojos de Castiel durante todo ese viaje.
Después de eso Dean cumplió su palabra, no habló más sobre esa noche y no volvió a mencionar sus sentimientos. Cuando volvieron al bunker saludó brevemente a Sam y se fue a su habitación. Los días desde el incidente se sintieron eternos, Sam y Cas no paraban de hablar de su boda y del gran amor que sentían, paralelo a eso Dean no podía dejar de beber cada noche y más de una vez se terminó yendo de los bares acompañado de algún omega.
La realidad es que Dean trataba con todas sus fuerzas de olvidar a Castiel, usaba a otros omegas para tratar de olvidar los labios de su destinado, pero nada era suficiente, la imagen de Castiel siempre terminaba volviendo a su mente en cualquier momento del día.
A él y a todo el mundo les gustaría creer que es un buen hermano mayor, que tiene honor y lealtad como para no meterse con el prometido de su hermano, pero es débil. Dean Winchester solo es un humano y los humanos desde tiempos de la creación han sucumbido a sus deseos. No era que no se sintiera mal por Sam, claro que se sentía mal, solo que no tanto como se sentía mal por si mismo.
En su cabeza sus argumentos gritaban y replicaban que fue él quien se enamoró primero, fue él a quien Castiel rescató desde el más allá, es él quien podría morir o matar con la misma facilidad solo por el ángel. Sam era un tipo genial y ciertamente quería a Castiel, pero ¿Dean no se merecía cosas buenas también? Tal vez, si lo analiza a profundidad Dean se daría cuenta de que estaba siendo algo egoísta, pero la realidad es que no le importaba, ya no más, no cuando estaba viendo al amor de su vida amar a alguien más.
Cada vez que entraba al bunker y veía a Castiel y Sam tomados de la mano, un pedazo del corazón del alfa se astillaba. Si iba por comida a la cocina y los encontraba en plena domesticidad, entonces su apetito lo abandonaría por el resto del día. Castiel parecía tan distante y feliz con Sam, tan puro e inalcanzable.
Y hubo un punto de quiebre, una semana antes de la boda. Sam lo había llevado a ajustar su traje de padrino y él durante todo el proceso no pudo dejar de pensar en que debía ser el novio, no el padrino de esta boda.
—Muy bien señor, ahora dé media vuelta por favor. —La modista le daba las instrucciones mientras un montón de agujas rozaban la piel de Dean.
El alfa de mala gana se dio media vuelta y miró con odio a su hermano que estaba sentado a un metro de él. La modista terminó de tomar unas medidas y fue detrás de su exhibidor para buscar algo.
—Te dije que podía usar el traje que ya tenia en casa.
Sam se rio y dijo —Cas quiere que todo sea perfecto, eso te incluye.
Dean se limitó a asentir y mirar a Sam, él parecía feliz así que Dean se esforzó por aparentar lo mismo. Después de que la modista volvió, Sam habló nuevamente.
—Por cierto, el pastel que elegiste para la boda fue cambiado.
—¿Qué? ¿Por qué? —Replicó Dean. El pastel había sido su parte favorita de la cena y no había podido esperar para probarlo.
—No me gustó como lo describió Cas. —Sam frunció el ceño. —Era muy dulce.
—El punto de un postre es que tenga azúcar.
—No tanta como para que te dé un ataque al corazón.
Dean ignoró el comentario de su hermano y se concentró en buscar un tema para cambiar la conversación.
—Estaba pensando que ese día podía llevar a alguien a la boda. —Comentó Dean.
—¿Tú? —Soltó una carcajada. —No vas a llevar a mi boda a cualquier omega que te encuentres por ahí.
Dean frunció el ceño. —En realidad estaba planeando llevar a Charlie como mi acompañante.
—Oh, claro. Ella ya tiene su invitación, pero puedo mover unas cosas para que estén en la misma mesa. —Sam se movió en su asiento. —Oye, ¿pasa algo entre Cas y tú?
Dean se tenso. Pensó que Castiel no le contaría nada a Sam sobre el incidente.
—¿Por qué?
—Tú y él casi no han hablado y…
—¿Y? –Replicó Dean viendo a Sam a través del espejo moverse nervioso.
—Y me preguntó que si estaba seguro de que quería que fueras mi padrino.
Ante eso la ira de Dean salió a flote. Pase lo que pase, Sam seguía siendo su hermano y Castiel no tenía derecho a hacer ese tipo de cuestionamientos.
—¿Lo estás?
Sam pareció algo dudoso.
—Por s…
—Sabes que —Interrumpió Dean en un ataque de impulsividad. —creo que Cas tiene razón, busca otro padrino.
Si Castiel quería jugar sucio, entonces así sería. No iba a arruinar la boda de su hermano, no quería eso, Sam debía elegir a otra persona como su padrino, alguien que no estuviera enamorado de su novio. Pero a partir de ahora Dean no le dejaría las cosas fáciles a Castiel.---------
Aparentemente me van a internar en un psiquiatrico y mi única amiga de la escuela me dejo de hablar, asi que esperemos actualizaciones regulares y algo de caos pq si yo sufro, todos sufren.
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Amor o instinto [Destiel/Sastiel]
RandomSam siempre sería el amor de su vida, aquel que lo trataba con cariño y devoción, aquel que se autonombro su destinado. Pero tal vez el instinto de Castiel no este de acuerdo con esto. Pd: esto es drama puro.