Cap.8

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Ahora se venía la real emoción en toda esta historia.

Seung-Ri vendría cada día a casa, con su característica gorra azul, aquella con la que lo vi la primera vez, sería él quien traería las amadas cartas que me quitaban y me devolvían el aliento cada día. Eso tenía algunas desventajas, puesto que el plan era aún seguir con la discreción, algo casi imposible si él pasaría cada día por la puerta de mi casa. Aunque lo que mas me preocupaba el hecho de que papá pudiera descubrir todo esto.

El primer día estaba muy ansiosa.

"(tn).
Te contaré que me dijo el ***** del cartero; que era un tonto al perder el tiempo en alguien quien apenas respondía cartas, y que alguien como tú, nunca hubiera tenido algún tipo de relación con alguien como yo, porque según tu no valía nada. Crees realmente eso de mi? O esos son inventos del mismo Peter?
Gracias por aceptar el trato.
¿Ves que todo puede resultar así? Creo que no es un mal plan como para haber sido creado por mi. Espero todo funcione como creemos, o como lo esperamos.
Te preguntarás porque coloco una cajita de madera en tu puerta... ésta será nuestra confidente, yo las depositaré aquí cada día, y tu también. Sólo existirán dos copias de llaves, por tanto cuida la tuya. Elige un lugar donde dejar la caja.
Te quiere. Seung-Ri"

Creí encontrar el lugar correcto fuera en el patio, conectado a la calle, matorrales que impedían una buena visión de ella, no era difícil tener acceso a ella, al menos no como para depositar una carta allí.
Verlo pasar al dejar su carta, casi me detiene el corazón... era algo indescriptible, pues estaba fuera de mis pensamientos llegar algún día a ver esto. Luego de tres semanas esto ya se había vuelto algo común aunque no menos emocionante que antes.

"Querido Seung-Ri.
Así que quizás, ¿mañana no me enviaras cartas?
Estoy enojada contigo. jajajaj
Claro que entiendo que no puedas, quizás sea un día agitado porque al día siguiente te irás de viaje otra vez. Te extrañaré, extrañaré tus cartas, pero deseo que tengas un viaje, ¡Disfrútalo! Y mándame postales de los lugares que visitas... Así podré pensar que estuve contigo en aquellos viajes.
Te envío una imagen, que en realidad es una fotografía que tomé hoy antes de venirme a casa, estaba en un río con papá.
A veces nos dan ganas de desconectarnos del mundo, y solo estar con nosotros mismos, es cuando decidimos ir de pesca. Aquella paz del silencio en la mañana es increíble y reconfortante.
Es muy tranquilo, y además tiene por atributo ser un bello lugar. Al regreso, una liebre se cruzó en nuestro camino y casi muere arrollada por nuestro automóvil. Pero nos detuvimos a tiempo igual que ella, aunque luego de unos segundos donde nadie reaccionaba, papa tocó la bocina y la liebre reaccionó. ¿Sabes que sucedió después? Más de medio kilometro de camino la liebre recorrió con nosotros. Fue algo grandioso, sentirme como una niña pequeña de unos 8 años. Ahora También tienes en tu poder una fotografía de ésta.
Y bueno, que decir de los peces. Fue un buen día para la pesca, 13 pescaditos. Aunque para que mentirte, apenas si pesqué yo unos 4.
Y bueno, te digo estas cosas, para que tu también estés contándome tus viajes, tus experiencias, mientras estamos apartados.
Te quiere. Angel"
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"Querida Angel:
No tienes idea de lo que he hecho hoy... Y sí, hoy tienes una carta en tus manos. Era imposible no escribirte hoy. ¿Recuerdas tu carta de ayer? Pues bien, he decidido seguir tus pasos.
Eran las 6:30 de la mañana cuando mi despertador sonó, indicando que hoy sería un gran día. Creo que ya sabes que decidí hacer, y es que el despertador sonó temprano pues investigué que en la mañana es el horario predilecto para ir de pesca.
Fue increíble.
¿Sabes? No fue increíble el hecho de ir de pesca, porque solo conseguí dos míseros peces, sino el hecho de sentirte a mi lado... Cerrar los ojos e imaginar que tu estabas a mis espaldas esperando igual que yo, que mi caña fuera empujada por algún ser viviente.
Aquella paz...
Tus palabras en aquella carta, eran exactamente las mismas emociones y sensaciones que sentí. Eso me hizo sentir increíble, puesto que me sentí conectado contigo...
Escribiré todos estos días, sin falta. Todos estos días, y cuando regrese, te dejaré mis cartas en nuestra confidente, nuestra cajita.
¿Harás lo mismo?
Ojala puedas, sería genial.
Lo que hoy reflexione es que fue grandioso hacer lo mismo que tu. Quiero volver a repetirlo, y recordaré esta experiencia largos días, para no sentirme solo.
Te quiere. Seung-Ri"

Miré el reloj, las tres de la tarde con veinte minutos, papá entraba por la puerta principal. Escondí aquella carta en mi chaqueta abierta y la cerré, Agradecí, que me quedara ajustada.
-¿Cómo estás?- Dijo papá, mientras miraba curioso mis manos.

-Bien- Dije abrazandolo, y aunque no era extraño en mi, esta vez tenía otro significado.

-Si, si. Hagamos que no vi nada- Dijo subestimándome. -¿Qué tal el día?

-Bien, ¿y el tuyo?- Pregunté sin mas, cambiando el tema.

- Bien. Creo eso si, que tendré luego que dármelas de investigador privado ¿Te parece?

-¿Por qué lo dices?

-son cuentos tuyos. Con tal de que no sean drogas. No me entrometo, y bueno, si es un muchacho...

-No, no lo es. Al menos no del modo que crees.

-¡Ah! Pero es un muchacho, soy bueno. - Dijo haciendo un gesto de burla, mientras me daba cuenta de que había caído como una torpe.- Dale, no se de eso. ¡Adios!

-¡Te quiero pa!- le grité, riendo.

Written smile...(SeungRi Big Bang)[Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora