La noche comenzaba a llegar a su indiscutible final, al fondo del bosque, oculto entre la tenue obscuridad, se escuchaban los sonidos de los animales nocturnos los cuales probablemente regresaban a sus madrigueras para esperar una vez más la siguiente noche, el frio de la madrugaba comenzaba a calar entre los huesos, era aquel frio que anunciaba la salida del sol nuevamente y con él, la llegada de un nuevo día
Jadeando entre los árboles se encontraba un puñado pequeño de aquellos adolescentes los cuales jamás pensaron que su vida daría vuelcos tan inesperados, probablemente más de uno caminaba a su indiscutible muerte, y ellos aun no lo sabían
Sin duda alguna la muerte por excelencia tiene a sus preferidos, seres vivos que llegarán de manera pronta a sus brazos y permanecerán a su lado por toda la eternidad
Confiando en que aquellas voces tenían razón y que aquel había sido el mejor camino para evitar que sus amigos murieran de una manera tan desdichada, Merlina mostraba un temple digno de cualquier Addams que se dirigiera a su muerte segura
Estaba agotada, tanto física como mentalmente, pero sus pasos no se detenían
-estamos cerca, no te detengas-
Merlina suspiro, intentando llenar ambos pulmones, la imagen de una rubia recibiéndola alegremente en la habitación de la academia, parecía que se trataba de otra vida, una muy lejana a la que en ese momento se encontraba
Su plan era bastante sencillo llegaría a la cueva donde se encontraba Ettiene, tomaría la espada, después intentaría volver a hablar con él, para que le explicara como destruirlas y después de hacerlo, ella misma buscaría a Marcus para asesinarlo por todo lo que había pasado y todo lo que habían tenido que soportar
Esperaba que aquellas voces le hubiesen advertido con tiempo de la llegada del vampiro para no tener que encontrarlo, pero muy en el fondo sabía que la advertencia de muerte significaba que se encontrarían en aquella cueva
Después de unos minutos más caminando, encontró la entrada de su destino, Merlina volteo hacia atrás mirando un momento el camino por el que había llegado, el sol comenzaba a salir iluminando las copas de los árboles, era una vista que seguramente a Enid le habría gustado de no ser por las circunstancias
Merlina entro a la cueva con cuidado iluminando con la linterna que Jeremie le había dado un par de horas atrás, no tuvo que caminar mucho para encontrar lo que tanto buscaba
A un par de metros de la entrada se encontraban perfectamente colocados tres ataúdes de metal que parecían inmaculados por el paso del tiempo, como si estos estuvieran recién hechos
La joven Addams camino con seguridad, abriendo el primer ataúd, una joven ya hacía en el, se encontraba en un placido sueño con sus mejillas aun sonrojadas y una piel suave a primera vista, de no ser por la evidente herida en su pecho la cual parecía fresca, cualquiera diría que seguía con vida
-Nadia Moldovan...- Merlina no sintió ninguna emoción al descubrir el cuerpo, más que la intriga de cómo podía permanecer en tan perfectas condiciones después de tantos años
Dejo el ataúd abierto y procedió a abrir el siguiente, en el un joven de cabello negro y rizos se encontraba de la misma manera que Nadia, durmiendo suavemente, sin embargo, el parecía un poco más pálido, sabía que se trataba del clan Andrei ya que no lo reconocía, Merlina no se detuvo demasiado para mirarlo ya que tampoco era mucho de su interés
Al fin se encontraba cara a cara con la causa de sus problemas, aquel joven Addams que se habría sacrificado por una razón con poco sentido, aquel joven que, sin saberlo, había alentado a dos locos Addams a hacer cientos de cosas por muchos años solo para recuperarlo
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Un minuto mas *Wenclair*
FanfictionUna nueva aventura para Merlina Addams en su instituto no tan irritante como al inicio, la llevara a descubrir la peor parte de ella... sentimientos. Los personajes en esta historia no son de mi propiedad.