Miel y conexiones

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Era una fría y nublada mañana. Al parecer hoy no sería una mañana tranquila para algunos, ya que ahora mismo un gran grupo de personas se encontraba viendo el cadaver de una de las sirvientas del palacio.

El doctor estaba muy asustado con solo ver el cadaver de la mujer y lo que hacía era esconderse detrás de Tuzi, mientras no dejaba de temblar.

—¡Ay, un muerto! -Lloriqueaba el doctor.

—No sé si está temblando del frío o del miedo... Creo que las dos. -Dijo la pelinegra.

—¡Jovencita, mejor acércate tú! -El doctor parecía que se iba a desmayar.

—Ah, está bien...

No me agrada mucho la idea de acercarme a un cadaver, pero si no tengo otra opción...

Supongo que Mao sería la más indicada para este tipo de cosas, aunque papá le tiene prohibido que se acerque a los muertos... Pero no le culpo, hasta yo soy consciente de que ella sería capaz de saquear las tumbas que se encuentre a su paso para hacer medicinas.

Por una parte, creo que es bueno que ahora mismo ella no se encuentre en el palacio.

—Oh, menos mal que estamos en invierno. Se ahogó, pero está en buenas condiciones. -Dijo Tuzi al levantar la tela que cubría al cadaver.

—¿¡Puedes mirarla directamente!? -Dijo el doctor horrorizado.

—¿Dónde estaba? -Le pregunto la pelinegra a uno de los eunucos.

—En el foso exterior. Por su vestimenta, debe servir en el palacio.

Ahora entiendo porque llamaron al doctor miedoso.

Si tiene que hacer una autopsia... es un incompetente. Solo está ahí temblando muy asustado, mientras espera a que yo sea la que haga su trabajo.

—Jovencita, ¿me ayudas?

—No puedo.

—¿¡Qué!?

—No tengo permitido tocar cadáveres.

—Eso no me lo esperaba. -El hermoso eunuco apareció en escena siendo acompañado, como de costumbre por su asistente.

—¡Maestro Jinshi! -Exclamó el doctor muy feliz.

—Buenos días, maestro Jinshi. -Saludó la pelinegra.

—No te veo muy incómoda.

—Estoy algo acostumbrada. El barrio del placer está a solo una calle de la del infierno.

—¿Por qué no puedes tocarlos?

—En realidad es mi hermana la que tiene totalmente prohibido tocarlos, pero a mí me dijeron que tampoco los toque por si acaso y simplemente obedezco a mi maestro.

—¿Por respeto al muerto?

—No... es porque se pueden extraer medicinas del cuerpo humano.

—Tiene sentido. -Dijo Jinshi asintiendo.

Esa reacción no me gustó.

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⏰ Última actualización: Jun 21 ⏰

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