~𝐹𝐿𝑂𝑅 𝐷𝐸 𝐿𝑂𝑇𝑂~

Curiosidad

—¿Una maldición? -La melliza peliverde no se lo creía.

—Sí, eso fue lo que me dijo Xiaolan. -Dijo la melliza pelinegra mientras tendía una sábana.

—Yo no creo en esa clase de cosas, pero se lo mucho que te gustan esa clase de temas. —Dijo Maomao

—Te confieso que me gustaría mucho acercarme a mirar un poco. -Dijo la pelinegra

Maomao miró mal a su hermana y suspiró.

—No tienes remedio, siempre fuiste así de chismosa.

—Soy curiosa, no chismosa.

—Lo que tú digas... Ve a mirar un poco si quieres y luego me cuentas, pero no llames la atención ni te metas en problemas.

—Mao...

—¿Qué?

—¿Quién es ahora la curiosa?

—Yo solo te estoy apoyando en tu idea.

—Ay, sí.

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—¡TÚ LANZASTE UNA MALDICIÓN DE MUERTE A MI HIJO! ¡SOLO PORQUE DISTE A LUZ A UNA NIÑA! -Gritaba una concubina con aspecto algo demacrado.

—¡Eso no es verdad y lo sabes, mi hija también está sufriendo de la misma manera que el tuyo! -Dijo la concubina pelirroja.

—¡CÁLLATE!

La concubina de aspecto demacrado le dio una cachetada haciendo que la otra cayera de rodillas al frío suelo.

La concubina pelirroja se tocó la mejilla con molestia mientras miraba a la otra.

—¡Señorita Gyoukuyou! -Dijo con preocupación, acercándose una de las damas de compañía de la concubina pelirroja.

—Es un tremendo escándalo... -murmuraban las personas.

_____ estaba observando todo en silencio y empezó a darse cuenta de algo.

Tal vez no se trate esta vez de una maldición y sea algo más...

¡Sí, no hay duda de que se trata de otra cosa!

El aspecto de una de las concubinas es realmente horrible. Se nota que era hermosa, pero hay algo que está acabando con su belleza, aunque también parece estar acabando con ella completamente. Veo debilidad en su cuerpo y... ¡Espera un momento!

Esa apariencia horrible y débil, esas arrugas siendo tan joven, esos ojos, ese tono tan pálido... ¡No hay duda!
Esa concubina parece llevar esos polvos tan malos.

Recuerdo haber visto casos similares en los burdeles.

—Sí tan solo pudiera advertirles... -Dijo en voz alta mientras caminaba para regresar con Maomao.

Alguien que cruzó por su lado escuchó lo que dijo al pasar, pero cuando se dio la vuelta para mirar, la pelinegra ya no estaba.

_____ le contó todo a su hermana y Maomao le dijo que sí se trataba de eso y cada una fue a dejarle una nota de advertencia a las dos concubinas. Maomao fue a dejársela a la concubina de mal aspecto y _____ fue a dejársela a la concubina y Gyoukuyou.