⪩ ! 𝙡𝙤𝖻𝗂𝗍𝗈 , 𝗿𝗼𝗱𝗿𝗶𝘃𝗮𝗻.

# 𝟬𝟰.

La tensión era palpable en el lugar, tomás aún esperaba una respuesta por parte de su mejor amigo, mientras iván le miraba nervioso y con sus orejitas moviéndose de un lado al otro.

─ Tomás... Yo... ─ Iván realmente no sabía que decir o como decirle. Tomás era todo un conejito temeroso.

─ ¿Tú qué, iván? ¿Por qué le dijiste lobito? ¿Y porqué parece que conoces a estos..? ─ Tomás miró fugazmente a rodrigo y después miró al peliblanco de reojo, con sus mejillas completamente sonrojadas. ─ A estos chicos...

─ No los conozco... Bueno... ¿Recuerdas que te conté sobre el enorme lobito negro? ─ Tomás asintió ahora más confundido ─ Yo creo que es él, él es el lobito ─ Iván apuntó en dirección a rodrigo.

Todos miraron expectantes a tomás, esperando una reacción en él, pero el conejito castaño simplemente se encontraba congelado en su lugar mirando con asombro a rodrigo con su boquita semi-abierta.

Iván realmente creyó que tomás se desmayaria, pues ya estaba muy palido.

─ ¡No puede ser! ─ Tomás chillo horrorizado ─ ¡Vamos a morir, iván! ─  espetó asustado ─ ¡Voy hacer comido por un lobo! ¡Y ni siquiera he dado mi primer beso! ─ Iván rodó los ojos al notar que tomás había comenzado a balbucear tonterias ─ ¡No quiero morir!

Tomás hizo el intento de ir hasta iván, pero notó que el peliblanco dio un paso hacia él.

─ ¡A-alejate!

─ Tranquilo, conejito ─ Pedro sonrió burlesco ─ Te comeré, pero no de la manera que tu piensas...

─ ¡Pedro! ¡Deja de decir tonterias! ─ Rodrigo reprendió ─ ¡No ves que el niño está asustado!

Pedro ignoró las palabras de rodrigo y nuevamente dio un paso hacia tomás, con este dando también un paso pero hacia atrás.

─ ¡Alejate! ¡Sigues desnudo! ─ ahora las mejillas de tomás habían retomado nuevamente color.

─ Por lo que más quieras pedro, deja ya al conejito ─ Rodrigo jaló a pedro hacia él ─ Toma ─ le extendió su chamarra ─ Cubrete.

Pedro bufo, pero está vez si hizo caso a las palabras de rodrigo tapándose con la chaqueta del pelinegro de la cintura para abajo.

El lobo pelinegro miró negando el comportamiento del lobo blanco, pero el último simplemente le míró con falsa inocencia.

Rodrigo miró a iván, pero cuando hizo el intentó de hablar escuchó unas ramas romperse, cosa que hizo colocar a iván protectoramente tras él, con pedro copiando su acción con tomás.

Pero pronto sus semblantes se volvieron serenos en el momento que ambos lobos reconocieron al otro lobo café.

𝗘𝗿𝗮 𝗴𝗲𝗿𝗺𝗮́𝗻.

germán rápidamente se transformó en su forma humana.

─ ¡No puede ser! ─ Tomás chilló nuevamente aún escondido tras la espalda de pedro ─ ¡Otro lobito desnudo!

─ ¡No lo mires! ─ Pedro bufó y rápidamente cubrió los ojitos inocentes de tomás.

germán simplemente los miró con curiosidad, pero luego se encargaría de averiguar el porqué se encontraban con ese par de conejitos.

─ Rodrigo, tu padre te busca ─ dijo germán una vez se paró justo al lado del pelinegro ─ Dijo que si no aparecías ante su segundo aullido, él mismo vendría a buscarte.

Rodrigo simplemente asintió y miró a iván.

─ Regresen a casa, no entren al bosque en lo que queda del resto del día, puede ser peligroso ─ dijo rodrigo mientras admiraba el rostro del conejito blanco.