𝐭ׁׅꫀׁׅܻ݊ɑׁׅᝯׁ֒𝐡ׁׅ֮ꫀׁׅܻ݊ꭈׁׅ'𝐬 ℘ꫀׁׅܻ݊tׁׅ (Minsung, hyunlix, BinIn, Chanmin)

◈ 𝓭𝓻𝓪𝓶𝓪 𝒸𝓁𝓊𝒷◈

— Profesor Changbin — una voz lo hizo girar para poder verlo, era uno de los profesores más jóvenes, Park Jongseong, mejor conocido como Jay Park.

— ¡Jay! ¿Sucede algo? —

Preguntó con calma.

— Sí,  es que no sé que hacer profesor Chang, tengo clases con los problemáticos, ¿Que debería hacer si no me obedecen? —

— Tranquilo Jongseong, eres un hombre muy capaz, además, escuché que en esa clase hay un chico que está al tanto de los estudiantes y que hace los reportes diarios para dirección, seguramente te lo toparas —

Con una sonrisa Changbin termino por despedirse de Jay quien había terminado más aliviado y fue a su clase, por su parte el musculoso hombre iba a la propia.

— Buenos días — Dijo con una gran sonrisa, visualizó a todos pero había un problema, no veía al chico peli naranja de ojos rasgados.

....

— ¿No te había dejado muy claro que no quería verte? Vete, por favor, no es de mi interés tener que verte... Por favor—

Jeongin ya ni siquiera hacia el intento de voltear a verlo; intentaba mirarse al espejo pero no podía, deseaba poder verse como realmente era y no como algo sucio sin remedio y con marcas de por medio.

Su cuerpo estaba sucio, sus manos, su rostro... Todo de él estaba sucio, en su mente, incluso si se había teñido el cabello, también estaba sucio, estaba sucio incluso si crecia y lo cortaba por qué una marca tan fuerte como esa no se borraría ni en mil siglos.

Sus manos estaban en puño pero sin darse cuenta el menor se hacía daño, sus uñas empezaron a atravesar la piel de la palma de su mano y comenzaba a sangrar, sus labios, nariz y ojos se habían tornado de rojo, su reflejo en el espejo lo hacía sentirse atormentado con un gran peso soltó un suspiro y lavó sus manos, el ardor que le generaba el jabón contra sus ahora heridas en las manos solo eran un dolor para disfrazar las lágrimas de odio que había empezado a soltar, todo por no poder ser alguien limpio...

...

Changbin se encontraba en su lugar, cualquiera que pudiera leer el lenguaje corporal profesionalmente diría que el hombre estaba algo preocupado, pero ¿Cómo no estarlo? El chico al que solía ver seguido no se encontraba donde debería, todo se calmó justo al oír un toqué en la gran puerta.

— ¿Puedo pasar? —

Era el chico peli naranja quien no se miraba para nada bien; al notarlo el profesor de levantó de su asiento y llevo al menor afuera nuevamente y cerró la puerta para que nadie los escuchase.

— ¿Que sucede profesor Chang? — su voz se oía semi temblorosa — ¿Hice algo mal? Lamento llegar tarde...—

— Eso es lo de menos Jeongin, ¿Que sucede contigo? No te conozco del todo pero no te ves bien, tu rostro se ve muy mal y no hablo de la belleza, tu voz tampoco se escucha bien. —

Jeongin al oirlo solo podía mirar a sus propios zapatos, sabía que iba a llorar nuevamente y no era capaz de mirar a los ojos a su profesor que estaba en espera de una respuesta.

— Lo siento, no debí preguntar así de la nada, lo siento —

El mayor estuvo por abrir la puerta nuevamente e ingresar pero el peli naranja lo detuvo y finalmente lo miró a la cara.

— Tal vez más tarde pueda contarle, ahora hay clases —

Seo asintió, acercó un poco al menor y luego de parecer recibir aprobación con cautela abrazó al chico por unos leves segundos que parecieron nada.