𝐭ׁׅꫀׁׅܻ݊ɑׁׅᝯׁ֒𝐡ׁׅ֮ꫀׁׅܻ݊ꭈׁׅ'𝐬 ℘ꫀׁׅܻ݊tׁׅ (Minsung, hyunlix, BinIn, Chanmin)

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— ¿Felix? —

Al abrir la puerta de la habitación el peli morado escucho la voz femenina de su madre, temía, temía de lo que diría su madre al ver qué realmente era él.

— Señora Lee— dió la vuelta y dejó las gardenias en la mesita justo al lado de su madre.

Ambos se miraron un largo tiempo, la señora Lee finalmente comenzó a llorar, el menor no podía evitarlo, verla de esa manera lo destrozaba, de ser la mujer más hermosa de todas con una bonita sonrisa ahora era alguien que no reconocía, alguien que siquiera podía distinguir.

El peli morado corrió a los brazos extendidos de su madre quien con todo el cariño del mundo lo apretó con fuerza, con toda la que podía generar.

— Te extrañé tanto... — sus lágrimas manchaban la blanca camisa de su hijo, su olor, su voz, su apariencia no era la misma que cuando se había ido... Era alguien nuevo.

— Y... Y yo a tí...— Lloró, lo hizo, pero en ese instante no podía sentir nada, solo lástima... La quería pero no sentía que su corazón se arrepintiera de nada.

Ambos se mantuvieron abrazados hasta que la señora Lee finalmente se reincorporo de manera adecuada en su cama

....

— Hyunjin..., no era necesario venir hasta Seongnae-dong para ésto — Dijo la mujer con cariño mientras observaba las flores que su hijo le había traído.

— Sabés que nunca es suficiente para mí, además quería verlos a ambos — Su sonrisa deslumbrante hacia que su madre se sintiera llena de energía, lo amaba con todo su corazón.

— ¿Y la rosa roja? ¿Se equivocaron y te dio pena cambiarla? — preguntó entre risas.

— No, para nada— Río — Hoy vine con alguien al hospital y pasamos juntos a la florería, al decirle que era tu cumpleaños, agregó esa rosa al ramo, es un regalo pequeño, supongo—

Al oír eso la madre del chico no pudo evitar hacer una cara picara a lo que Hyunjin rápidamente se puso recto y avergonzado.

— ¡Mamá! No es lo que crees... Es alguien de la preparatoria —

— Tranquilo, igual dile que muchas gracias, es muy linda la rosa —

El chico solo asintio con una sonrisa, suspiro mientras oía el ruido de las máquinas del hospital.

— ¿Y como ha estado papá?... ¿Ha mejorado? —

La señora Hwang bajó la mirada mientras oía el rosal y suspiró.

— Se la pasa dormido, cuando despierta solo llora y se maldice diciendo que me mantiene aquí por su enfermedsd pero de verdad no está bien... —

Al mencionarlo los ojos de la mujer de aguaron, amaba a su esposo con toda el alma, sería difícil perderlo luego de años de matrimonio; su hijo no pudo hacer más que abrazarla y demostrarle todo su cariño, definitivamente no dejaría a su madre sin apoyo en momentos difíciles como ese.

...

— ¿Cómo te ha estado yendo? —

— Vivo con mi mejor amigo en el mismo departamento y ahora tengo buenos amigos en la preparatoria... Soy un buen estudiante y por ello me asignaron un profesor como tutor al cual también le caigo bien... — al mencionsr lo del tutor no pudo evitar sonreír a la nada a lo que su madre se quedó sería.