En una sociedad donde el amor siempre ha sido y será un contrato social y político, siempre se encuentra una polizona huyendo de ese destino. ¿Quién será la de esta temporada?Anastasia Everhart, la pequeña princesa de la sociedad, está por llegar de un extenso viaje a Italia con el fin de expandir horizontes. O, mejor dicho, ¿haber expandido los horizontes de aquel hombre que la buscó por haberlo plantado en el altar? Solo sabe eso nuestra querida Lady Broken Heart, perdón, Lady Everhart. Pero no es la única con tal título de rompe corazones; su hermano, el futuro Barón Libertino, ¿tendrá una bella dama de la vida galante? Solo asegúrate de no traerla hasta nuestra querida sociedad, futuro Marqués.
–Toda la primera plana para ti, Lady Broken Heart –bromeaba su hermano Becket con ella.
–Cállate, Marqués Libertino.
–No sé para qué te mandaron a Italia si sigues igual de grosera.
–¿Cómo está la señorita Harrington? –preguntaba mi hermana con esa especial ironía que caracteriza a nuestra familia.
–Por favor, niñas, ya dejen a su hermano; sigue frustrado porque no puede limpiar su reputación –comento nuestro abuelo, apoyando nuestro ataque contra mi hermano, causando risas entre nosotros tres.
–Solamente no se te ocurra traerla a nuestro baile de Navidad –comenté para seguir haciendo enojar a mi hermano.
–Para tu cumpleaños, si es que eso reconforta tu boda estropeada –expresó mi hermano, siguiendo ese mismo patrón de ironía que habíamos comenzado.
Claramente me ofendí, traté de preparar mi ataque con esos segundos en los que mi hermano siguió mirándome irónicamente mientras yo sufría por no poder contraatacar, pero alguien adelantó mi ataque.
–No quieres que hablemos de Eloise, ¿verdad? –agregó mi hermana para, por fin, fastidiar tanto a mi hermano como para irse de donde estábamos.
–Niñas, cada día estoy más horrorizado de cómo se parecen a su padre.
–¿Yo? Una disculpa, abuelo, pero yo ya cambié; Anne siempre tendrá ese espíritu desesperante.
–¿En serio, Anne? –preguntó ingenuamente mi abuelo.
–Créeme, Becket ya piensa eso de mí. En mi defensa, solo a él se le ocurre embriagarse y decirnos que la amaba más que a su yegua –mencioné tratando de contener mi risa.
–Lo vas a entender cuando te enamores –afirmó expresivamente mi querido abuelo. –¿O no, mi querida Aurora?
–Definitivamente.
–Para perder mi dignidad, no, muchas gracias. Ni siquiera he debutado y ya me declaro una solterona –terminé enunciando esas palabras para irme con la frente en alto, pero no sin antes ver cómo parecía que le había roto el corazón a mi abuelo con lo que yo creía que eran unas simples palabras.
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The Tortured Poet's Department
FanfictionEn una sociedad donde el amor siempre ha sido y será un contrato social y político, se encuentra una polizona huyendo de ese destino.