"Rompiste mi corazón"
"Creo que no hay nada de lo que me arrepienta más que de eso"
Si Taehyung hubiese estado menos enamorado de él, quizá Jungkook jamás habría roto su corazón.
Taekook minific
Omegaverse
Ambientado en los noventa
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La mañana del lunes, Jungkook se encontró disociando, moviéndose por inercia, revisando en piloto automático el registro de la panadería, sin escuchar a su alrededor a menos de que algo le llamara la atención, revisando el reloj de vez en cuando y cuando no hubo más que hacer, inhaló profundo.
Miró la puerta del local y después el teléfono a un lado en el mostrador, decidiéndose a tomarlo y qué patético podía verse, pues marcó el número que se sabía de memoria, aunque sólo llamó una sola vez a la oficina del alfa.
"Jungkook-ssi"
Ah.
Jungkook regresó el teléfono de inmediato, sonrojado apenas y se giró a quien le habló, que resultaba ser Jenn, quien alzó las cejas a su reacción.
"¿Sí?" inquirió y tragó poquito para aclarar la garganta. "¿Qué pasa?"
La beta alzó una ceja, pero dijo sin más.
"Aquí está el registro de la materia prima que pediste" dijo, y dejó una tabla sobre el mostrador para el omega. "Sólo eso"
"Oh. Okay, gracias" Jungkook asintió y la mirada ajena lo hizo sonrojar un poco más. "Es todo por ahora, Jenn, gracias"
"Okay..." ella alargó, pero lo veía raro, aunque no se atrevió a preguntar.
Jungkook se pasó los próximos diez minutos revisando el nuevo registro que se le trajo, teniendo que hacer un par de pausas para atender a los clientes que entraban a la tienda y cuando al fin se desocupó, respiró profundo y se decidió, marcando el número de la oficina de Taehyung sin más y esperó no ser interrumpido, al menos en los próximos cinco minutos, pues quizá no tardaría demasiado en hablar con Taehyung.
Sólo saludarlo y decirle cómo había amanecido.
Saludarlo y contarle que esa mañana cuando despertó, no había rastro alguno en su cuello que indicara la presencia de otro alfa, que el fantasma de otro lazo se había ido y que todo malestar provocado por una ruptura ya no existía.
¿Podía decirle eso en ese momento, ahí, estando los dos en sus lugares de trabajo? Quizá no sería conveniente.
Jungkook tragó y en el segundo siguiente, contestaron la llamada.
"¿Hola?"
Oh.
"Buen día, hyung" pudo murmurar y el rostro le quemó, Jungkook se sonrojó hasta las orejas y no debería estar usando el teléfono del trabajo para esto, pero es que- "Hola"
"Jungkook-ah"
El omega contuvo una sonrisa al morderse los labios y en la abarrotada mañana de lunes, tuvo un segundo de paz porque Jenn y las otras dos omegas que trabajaban al frente de la tienda con él estaban ocupadas y él podía dejar que sus suspiros risueños inflaran la burbuja que lo rodeaba cada vez que pensaba en él.
