Capítulo 10

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Liam quería imaginar que el comportamiento bipolar de Zayn se debía a que el chico estaba en una fase parecida a la menstruación, pero eso sería pecar de idiota porque, bueno, los hombres no tenían un período.

Sin embargo, no había otra forma de explicar que Zayn le sonriera a todo el mundo cuando estaban juntos, tratándolo con cariño y ternura, diciéndole gatito y sacaba su lado meloso, para que apenas quedaran a solas, soltara su mano y no dijera más.

Al parecer, Zayn se estaba tomando su papel en serio de ser su novio falso, y eso le hería. Se justificaba diciendo que era porque creía tener una relación de amistad con el muchacho, no era porque lo estuviera empezando a querer, por supuesto que no.

Así que cuando Zayn entró a la cocina, lo miró con un puchero mal disimulado, sin saber por qué.

Pero Zayn lo ignoró, y Liam quería protestar, porque no podía ignorar sus pucheros. ¡Sus pucheros eran adorables, por el amor a Jesucristo!

Ay, ¿Qué estaba pensando?

—Hola, Zee, ¿Cómo estás?—saludó su mamá, entrando a la cocina—. Oh, ¿trajiste pastelitos?

—Hola, suegrita—Zayn dejó la caja sobre la mesa—. Los hice especialmente
para usted.

—¿Y para mí?—Liam extendió una mano para agarrar uno, pero su mamá le dio un manotazo.

—¡Son míos, Liam Payne! - se quejó ella.

—¡Eres mi madre!—protestó Liam.

—iTe lo he dado todo, pero no te daré de mis pastelitos!

—¡Pero mamá!

—¡¿QUIERES LA CHANCLA, LIAM?!

Liam se volvió a sentar, enfurruñado, murmurando por lo bajo. Sin embargo, de pronto Zayn se sentó en sus piernas, sonriendo.
—No te preocupes, gatito, te hice un pastelito especial para ti —Liam , sin pensarlo, pasó sus brazos por la cintura de Zayn y lo miró a los ojos.

—¿De verdad lo hiciste, cachetitos?—Liam miró la forma en la mordía su labio inferior, y algo pareció calentarse en su interior.

—Sí—Zayn se inclinó, dándole un beso en los labios, y Liam parpadeó por la sorpresa.

Desde ese primer beso que compartieron habían pasado dos semanas, y
Zayn había hecho como que no ocurrió, así que el hecho de que lo besara ahora tan repentinamente lo hizo sentir extraño.

Pero sólo fue un beso suave, un simple roce entre ambos labios.

—Te quiero, gatito -murmuró Zayn.

A Liam no le importaba si lo decía en serio o no. De cualquier forma, lo hacía sentir cálido, enternecido, calmado.

—Aaaaaaaaay, ¡son tan lindos!

Ambos salieron de su burbuia cuando el flash del celular de la mamá de Liam los dejó
medio ciegos.

Zayn se puso de pie, con las mejillas repentinamente ruborizadas, en tanto Liam frunció el ceño mirando a su progenitora con desaprobación. Ella los ignoró, mientras chillaba al ver la fotografía que sacó.

—¡Se la enviaré a todas mis amigas! -estaba diciendo, saliendo de la cocina.

Liam suspiró, sin comprender un poco a su mamá, y se puso de pie, tomando su mochila.

Luego, arrugó los labios, percatándose de algo.

—Zaynie—el aludido lo miró, todavía un poco ruborizado- ¿Cuándo me mostrarás tu casa?

Zayn se tensó. Segundos después, trató de relajar sus hombros.

—No es necesario—Zayn hizo un gesto despreocupado—Después de todo, nos quedan sólo cuatro meses juntos.

¿Por qué cuando Zayn decía eso algo parecía doler en su interior?

Novio de Alquiler. ziamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora