Es el cumpleaños número diecisiete de Rin, Sesshomaru había despertado y no la encontró por ningún lado, pero Jaken fue a decirle que se encontraba con Kagome dándole los últimos detalles a su vestido de novia y que regresaría muy pronto a casa.
La boda sería muy pronto y Sesshomaru se arrepentía muchísimo de dejar la organización de la misma en manos de su prometida y cuñada.
Las bodas de las bestias eran simples, un ritual bajo la luna y unas palabras era todo, pero los humanos siempre buscaban una excusa para beber y celebrar toda una noche.
Sesshomaru le había comprado a Rin unas joyas por su cumpleaños pero esta no regresaba y estaba comenzando a desesperar, por un momento pensó en ir a buscarla pero Rin le había dejado muy claro que no quería que este viera su vestido de novia así que no iría aunque quisiera.
Luego de una larga y solitaria mañana Rin regresa a la casa y lo encuentra sentado frente a un árbol con la cara molesta.
-Ya volví Sesshomaru.
Este la miró aún molesto y le lanzó la tela que traía envuelta las joyas.
-Feliz cumpleaños.
-Oh te has acordado.
-¿Acordarme? Tu fuiste la que se olvidó de mi y desapareció toda la mañana.
-Estaba ocupada, además que diferencia hay, estoy segura de que estas más tranquilo sin mi haciendo ruido por toda la casa.
-¡¿Más tranquilo sin ti?! Si no te tengo en mi campo de vista siento que me volveré loco, no te atrevas a dejarme solo nunca ¿de acuerdo?
Rin lo miró sonrojada y caminó para estar más cerca de él.
-No exageres, si te oyen hablar así van a pensar que...
-¿Que? ¿Que te amo? Pues si te amo, ahora ve a ponerte las joyas que te compré, quiero vertelas puestas.
Rin sonrió y lanzó las joyas aún lado sin haberlas visto.
-Yo también te amo mi amo bonito.
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El afecto del amo. ~SesshoRin~
RandomSesshomaru odia a los humanos, los desprecia, odia a su hermano por ser mitad humano, pero por alguna razón tuvo compasión por una pequeña de siete años que llenó su vida de alegría, esperanza y amor.