Asistir a la boda de su hermano fue idea de Rin, a pesar de que Sesshomaru y Inuyasha ya habían hecho las pases, el llevarse bien es algo que tal vez nunca suceda, así que cuando supo que se casaría con la molesta humana que no dejaba de llamarlo cuñado no pudo importarle menos.
Pero Rin, una hermosa chica de ahora quince años quería ir a la boda ya que nunca había ido a una y sus molestas insistencias terminaron convenciendolo.
Sesshomaru había visto muchas ceremonias matrimoniales en sus siglos de vida, y todas les parecían aburridas, las fiestas de las bestias eran más emocionantes, llenas de sacrificios de animales y fransformaciones bajo la luna, eso sí era divertirse.
Pero claro, tenía que estar ahí, viendo a la no tan pequeña Rin bailar junto a las otras mujeres de la aldea.
Sesshomaru la miró más a detalle, había crecido mucho, era sumamente hermosa.
-Viniste a mí boda ¿tienes remordimiento por el mal hermano que has sido? -dijo Inuyasha.
Sesshomaru ni siquiera se giró para verlo.
-No te creas tan importante, vine por Rin.
-Ah ¿entonces Rin es más importante?
-¿Que tú? Por supuesto.
Inuyasha rió con fuerza.
-¿Quién lo diría? tanto que desprecias a los humanos y una te tiene con la cola entre las piernas. ¡Literalmente!
Sesshomaru se giró rápidamente hacia él con la intención de golpearlo, pero Inuyasha fue más rápido y escapó.
Sesshomaru miró con molestia a los invitados bailar pero su mirada se relajó cuando cayó en Rin.
Demasiado hermosa para ser una tonta humana.
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El afecto del amo. ~SesshoRin~
DiversosSesshomaru odia a los humanos, los desprecia, odia a su hermano por ser mitad humano, pero por alguna razón tuvo compasión por una pequeña de siete años que llenó su vida de alegría, esperanza y amor.
