Cap 6:Una opción.

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—Me sometere a la cirugía, y no habrá nada ni nadie que me detenga.
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¿Que acababa de decir? Sabía que el era un idiota pero no creí que tanto.

—Oye, sabes que no puedes permitirte tomar la cirugía, acaso no sabes que después de ella tu...

—¿Perdere mis emociones? Si, estoy consciente de eso. Pero no me importa. —Me interrumpió.

—No hables de tus emociones como si fuera algo insignificante.—Refute, no podía estar hablando enserio.

—¿Pero que pasa si en realidad lo son? Estos malditos sentimientos no me han hecho nada más que sufrir, odio esto, por eso quiero que acabe rápido.—Su voz estaba quebrada, transmitia dolor por cada palabra, yo también empezaba a considerarlo una buena opción.

—Se que no es así, Pero tienes razón, ¿Para que quiero estos malditos sentimientos si solo me lastiman?...—El soltó un suspiro, no continuamos con la conversación porque seguido la presencia de una pelirrosa invadió la habitación.

—Sarada, Kawaki, me alegra que hayan despertado.—Dijo mamá con una sonrisa aguada en su rostro. Ella se acercó más a mi camilla para darme un lijero y corto abrazo, yo no reaccione a nada hasta ese momento.

—Sakura-san, lo eh decidido. Me sometere a la cirugía.—Los ojos de mi madre se habrieron lentamente para luego regresar a su órbita y contradecir las ideales de Kawaki.

—Kawaki, piensalo mejor, no es solo tomar la cirugía sino las consecuencias que tiene.

—Lo entiendo perfectamente, pero no me importa, ya lo pensé lo suficiente, estoy decidido.—Mamá mostraba lastima, pues el pelinegro hablaba muy enserio. El la miro directamente a los ojos, dejo su expresión fria para mostrar algo más de compasión.

—Solo quiero acabar con este dolor...Por favor.—A pesar de su insistencia, Kawaki se negaba rotundamente a las advertencias de la pelirrosa, haciendo que terminara por seder.

—Supongo que podremos programar tu cirugía para dentro de tres días, además para que estés seguro si es que en esos tres días aún no cambias de opinión.—Ella aún no estaba dispuesta a que Kawaki se rindiera.

—Tenga certeza de que eso no ocurrira Sakura-San, pero como quiera.—Seguido mi madre salió de la habitación, yo no mencione ni una palabra en todo ese tiempo, solo era una espectadora de la conversación, y me di cuenta que si le decía a mi madre lo de considerar la cirugía ella se negaría rotundamente a mi petición, pero si esa era mi decisión tendría que comprenderlo, aún que todavía no estaba segura de considerarla.

—Las emociones son lo que nos da el privilegio de reaccionar, sentir, reír y llorar, son lo que nos hace humanos, ¿Enserio prefieres perder tu humanidad? Eso es parecido a un suicidio ¿no?—Comente mientras mantenía sentada en mi camilla observando un jarrón de flores que estaba en una mesa al frente de mi camilla.

—Si no hubiera otra manera habría tomado el camino del suicidio, tal vez tengas razón, las emociones nos hacen humanos, ¿Pero eso es algo bueno?—Hablaba mientras miraba a la ventana, su vista estaba nublada.

—Se que tú piensas igual que yo, sientes lo mismo que yo, pero desafías a tus pensamientos intentado ser coherente, ¿O me equivoco?—Y no, no lo hacía, intentaba asimilar lo que estaba correcto, ocultando lo que quería pensar, lo que quería hacer, y el que también me quería rendir.

—No te estoy motivando a que tomes la misma decisión que yo, por qué soy consciente de que es la más cobarde, solo estoy diciendo lo que tu misma opinas.—Entonces me puse a pensar el por qué estaba ahí, estaba ahi por qué habia sido una completa ilusa, que pensaba que sus sentimientos algun dia serían correspondido, y como resultado termine con el corazón hecho polvo, y en la camilla de un hospital.

Que doloroso es el amor | Hanahaki BorusaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora