Capítulo 1

949 107 14
                                    

"El espejo de Oesed nos muestra únicamente los mas profundos y mas desesperados deseos del corazón y tu Harry que no conociste a tu familia, los ves a tu lado, pero recuerda Harry, este espejo no destella realidad ni esencia, muchos se han perdido frente a el, acaban dementes, esta es la razon por la que mañana cambiara de hogar y tengo que pedirte que no intentes encontrarlo nunca"

Harry Potter podía asegurar que si algo no había hecho era buscar el espejo de Oesed, y valla que había sido difícil, aún más cuando este no dejaba de aparecer en su mente en los momentos mas aleatorios del día, la capa de su padre guardada en su baúl un recordatorio de las posibilidades en sus manos, cuan facil seria tomar la capa de invisibilidad y vagar por los rincones del castillo hasta encontrarlo, aún así Harry no lo había hecho, había resistido al canto de sirena con todo lo que tenía, ocupando su día a día en un intento de ignorar el objeto.

Siendo este el caso no entendia como es que terminó de pie frente al único objeto que se prometió no volverse a acercar, aunque para aclarar, nada de esto era su culpa, tal vez Dumbledore debió pensárselo dos veces antes de convertir en su nuevo hogar el mismo sitio en el que pretendía esconder la piedra filosofal (y enserió quien diablos cree que una escuela llena de niños es el mejor sitio para esconder un objeto tan valioso) mucho menos aún que la cara de Voldemort pegada a la nuca del profesor Quirrell exigiera que se mirara en el.

Ahora, de nuevo ante sus ojos se reflejaba su anhelo más profundo

"Veo a mis padres"

Eso era lo que había respondido Harry cuando el director le preguntó, era la respuesta acertada por supuesto, la única que sería aceptable, despues de todo siendo el un huerfano, cual seria su deseo mas profundo sino el conocer a sus padres. Si le preguntaran a él te diría que esa era una respuesta tan buena como cualquier otra y tal vez se sentiría mas mal por mentirle al profesor si este no hubiera hecho lo mismo, además no podia decirle a la cara lo equivocado que estaba, que si bien en algun momento de su niñez habría anhelado la oportunidad de conocerlos ese deseo se había desvanecido al pasar los años.

Ahora podia verse asi mismo una vez mas tal cual era, sin la presión de las expectativa sobre el, con su uniforme sucio de Gryffindor y las gafas remendadas cubriendo su rostro, y sobre su hombro, una mano grande posada con suavidad le enviaba un sentimiento cálido y reconfortante que le recorría todo el cuerpo, al mirar fijamente sin embargo, no provenía de una versión adulta de el mismo ni de una mujer pelirroja de expresión amable en su rostro, solo una figura indistinguible cerniéndose sobre el.

Harry entendió su significado enseguida, su deseo mas profundo no era otro que el anhelo por una figura paterna, no necesariamente sus padres, simplemente la idea de alguien que pueda amarlo sin condiciones, siempre había sido así para el, viendo la dedicación y cariño de otros padres por sus hijos, en el parque, en la escuela, incluso en el número cuatro de Privet Drive donde sus tíos parecían no ver más allá del amor por su hijo, puede parecer algo demasiado simple, o egoísta dependiendo a quien le preguntes, pero para Harry que creció conociendo solo la indiferencia de sus tíos era algo con lo que había soñado siempre.

Ser amado, el solo deseaba ser amado

"¡¿Y bien?!" La irritante voz de Quirrell lo saco abruptamente de sus pensamientos "¿que es lo que ves?"

"Yo veo...." volvió su mirada de regreso al espejo, el Harry reflejado le sonreía mientras sacaba algo de su bolsillo ¡era la piedra filosofal! "¡Yo me veo ganando la copa de Quidditch! El profesor Dumbledore me esta dando la mano y...."

"¡Está mintiendo!" El rugido del señor oscuro en la habitación lo sobresaltó, se dio la vuelta y retrocedió rápidamente hasta que su espalda choco con el espejo.

Harry Potter Y El Mandaloriano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora