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Todo en exceso es malo; el amor incluso lo es.

Puedes desear demasiado algo, pero al final no lo obtendrás. Eso causará aquella obsesión y necesidad de obtenerlo a como dé lugar.

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En una lujosa oficina ubicada en uno de los edificios más altos de Tokio, Shoto Todoroki, uno de los empresarios más poderosos y fríos, se encontraba mirando por la gran ventana de su oficina la vista debajo de él, las calles consumidas por la oscuridad de la noche.

Shoto, conocido por sus tácticas estratégicas y gran capacidad de hacer negocios, había desarrollado un enamoramiento hacia Izuku Midoriya, un joven universitario, amigable y de carácter carismático.

Lo había conocido de una manera totalmente inesperada. Su chófer se había equivocado de camino, adentrándose así en el área donde se encontraba ubicada la reconocida universidad UA. No le había tomado importancia a lo ocurrido, su mirada estaba concentrada en el gran edificio enfrente de él, hasta que sus ojos se cruzaron con algo que capto su atención.

— Estaciónate. — ordenó.

— ¿Ahora? — cuestionó el chófer confundido, ya que en aquella calle no estaba permitido debido a ser un área exclusiva para estudiantes.

— Ahora. — demandó con un tono más alto que el de antes.

El chófer no tuvo más opción que seguir la orden dada.

Sus ojos heterocromáticos se posaron en un punto en específico, o mejor dicho, en una persona en particular; un chico en el que inmediatamente quedó cautivado por su belleza, su mirada quedó totalmente clavada en él. Se quedaría mirándolo por mucho más tiempo, si no fuera por el automóvil de atrás que sonaba la bocina desesperadamente.

— ¡Quieres moverte! —gritó enfadado el conductor.

— ¡Lo siento! — se disculpó el chófer — Sr. Shoto, necesitamos irnos.

— Ugh — se quejó — Está bien, puedes avanzar.

No obstante, aquel chico quedó incrustado en su mente. El recuerdo de la primera vez que lo vio se repetía constantemente como si de una película se tratase. Tomó una decisión; forzaría un encuentro con él.

A partir de ese momento, comenzó a encontrárselo "casualmente". Lo había investigado y descubierto su nombre, Izuku Midoriya, de 21 años, vivía solo en un pequeño departamento cerca de su universidad. Incluso descubrió los lugares a los que solía acudir. Así, empezó a frecuentar los lugares que Izuku visitaba, encontrándolo en los pasillos de una biblioteca, en el supermercado todos los sábados e incluso en la pequeña cafetería que se ubicaba a unas cuadras de la universidad.

Fue en ese lugar en el que por primera vez intercambió palabras con aquel chico.

Inició todo un plan primero; no podía ir y hablarle de la nada, sería sospechoso. La idea era sentarse cerca de él y, cuando estuviera por irse, "olvidaría" su billetera. Izuku era una persona demasiado amable, claramente no dejaría pasar eso, y tuvo razón.

Aquel sábado acudió a la cafetería, pidió un simple café frío mientras fingía pasar tiempo en su laptop; pero en realidad, de reojo, veía a Izuku, quien se encontraba sentado en la mesa de enfrente cerca de la ventana, organizando algunos papeles.

» Supongo que son sus diseños. « pensó, pues incluso había descubierto la carrera que estaba cursando: diseño gráfico.

Después de un tiempo más, decidió que era momento para poner en práctica su plan, así que, dejando la billetera como señuelo, se dispuso a salir de aquella cafetería. Apenas había dado unos cuantos pasos cuando escuchó una dulce voz llamarlo.

— Disculpe. Creo que está dejando su billetera. — anunció dulcemente y con una ligera sonrisa.

» ¡Bingo! « definitivamente había caído en su plan.

— ¡Oh!, es cierto. Muchas gracias, últimamente he estado tan distraído que no sé dónde tengo la cabeza — dijo, haciendo sonar su voz intranquila e incluso deprimente.

— Lamento escuchar eso, ¿hay algo en lo que pueda ayudar? — preguntó angustiado.

Izuku realmente no tenía sentido de peligro alguno.

— De pura casualidad, ¿no conoces a alguna persona que trabaje o estudie como diseñador gráfico?.

— Yo estudio diseño — habló animadamente y decidido; no podía permitirse dejar pasar una oportunidad así, pues aquel chico que estaba enfrente de él vestía traje, así que era muy probable que trabajara en alguna oficina.

— ¿De verdad? — fingió sorprenderse.

— Sí, ¿para qué necesitas uno? —cuestionó, necesitaba saber si podía ser capaz de realizar el trabajo antes de ofrecer sus servicios.

— No es nada complicado. Solo necesito ayuda para realizar algunos logos para un producto que saldrá a la venta. — anunció. Parte de eso no era mentira; su empresa había comenzado un contrato con un nuevo negocio y necesitaban diseñar logos para un producto. Sin embargo, no tenían ninguna idea establecida por el momento.

— Ya veo. — habló tímidamente, quería preguntarle si le daba una oportunidad, pero tenía un poco de pena. Aunque en realidad no tuvo que hacerlo, ya que le ofrecieron el puesto.

— ¿Puedes hacerlo? — preguntó mientras tomaba asiento a pocos centímetros de él.

— Eeeh, ¿yo? — sus ojos brillaron, estaba emocionado.

— ¡Claro!, ¿qué dices, aceptas el trabajo? —volvió a cuestionar.

Izuku asintió frenéticamente, estaba feliz, por fin podría poner en práctica todo lo aprendido.

Sin embargo, no sabía que al aceptar aquella oferta sería el principio del infierno que viviría en un futuro.

—💌: Lyra.

¡Hola!

Bienvenidos a esta nueva historia que estaré desarrollando.

Probablemente no tenga demasiados capítulos, será un fic corto de máximo 6 capítulos. No hay día exacto de actualización; actualizaré cada que pueda.
Aun así, ¡espero les guste! 💗

Amor Bajo la Sombra de la Obsesión • BakudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora