#2

63 7 5
                                    

Los encuentros entre ellos eran cada vez más continuos.

Cada vez que se veían casi no hablaban de lo que realmente tenían que hablar; Shoto siempre buscaba la oportunidad para preguntar cosas privadas de su vida, y eso era algo en lo que Izuku pensaba demasiado.

Primero, pensó que Shoto solo quería acercarse a él en un plan amistoso, pero sus ilusiones se vieron destruidas.

Se encontraba en su departamento, estaba a punto de hacer la cena, cuando escuchó el timbre sonar. Dejó a un lado los utensilios que estaba por ocupar para poder ir a abrir la puerta.

Al verificar por la mirilla de la puerta, pudo observar que se trataba de un repartidor.

» Pero, yo no he pedido nada. « pensó, pues había pensado en pedir comida a domicilio, pero al final optó por hacerla él mismo.

— Tal vez se han equivocado de dirección — se dijo a sí mismo. Por tal razón, decidió abrir la puerta para así ayudar al repartidor.

—¿Izuku Midoriya? — cuestionó el repartidor, en un intento de confirmar que sea la persona correcta.

Esto lo confundió aún más.

—Sí. — terminó por responder, aún dudoso de su respuesta.

—¡Bien! Aquí está su comida. — le dijo, mientras le extendía las bolsas que contenían katsudon.

— Pero, yo no he pedido nada. — finalmente le dijo.

— Esta comida se la mandan, ya está pagada, no tiene de qué preocuparse.

Izuku tomó las bolsas, dudoso de su decisión.

— ¡Buen provecho! — el repartidor se despidió.

Cerró la puerta inmediatamente luego de que se aseguró de que el repartidor se fuera.

Miró las bolsas, fijamente.

— Está claro que no consumiré ningún alimento de esto. — habló consigo mismo. En su voz se denotaba temor pero, incluso, enojo.

Sabía perfectamente de quién era aquel acto.

Tomó su celular de la barra en la cocina, dispuesto a reclamar a la persona detrás de esto. Sin embargo, en el momento que su celular tocó sus manos, este vibró; recibió un mensaje.

Era Shoto.

« ¿Te gustó la comida? Me dijiste que tu comida favorita era el katsudon, ¿no? »

Su cuerpo se heló, comenzó a sentirse observado.

Esto había estado pasando últimamente; cada vez que estaba a punto de cocinar, llamaban a su puerta y, cada que se asomaba para observar por la mirilla, eran repartidores.

Al principio creyó que era pura casualidad, pero ahora, ya no lo sentía de esa manera.

« Sí, pero, no era necesario. » contestó, intentando ser amable.

« No tienes que preocuparte por eso, yo solo quiero asegurarme de tu bienestar. » fue el siguiente mensaje que recibió, seguido de uno más.

« Disfruta la comida, no dejes que se enfríe. «

Izuku ya no contestó más.

Sin mostrar apuro, comenzó a cerrar todas las cortinas de su apartamento y, al verificar que estaba seguro, tomó la bolsa de comida y, sigilosamente, la tiró al bote de basura de la cocina.

Respiró profundo, aferrándose a la orilla de la barra de la cocina.

— Es solo una coincidencia. — se dijo, en un intento de calmarse a sí mismo.

Mientras tanto, Shoto se encontraba de pie, en el edificio de enfrente con un monocular en sus manos, observando cada movimiento, gesto y acto de Izuku.

Observó cómo Izuku cerraba las cortinas de sus ventanas.

— ¡Mierda! — se quejó, furioso, aventando al suelo el monocular, haciendo que este se rompiera.

Caminó hacia su escritorio y, se tumbó en la silla.

El silencio reinó en aquel cuarto, su mirada fija en el techo blanco.

— ¿Se habrá dado cuenta? Imposible — rió, hablaba con él mismo.

¿Y cómo había llegado a ese edificio?

Había comprado el edificio entero de enfrente del departamento de Izuku y, lo había convertido en su propio despacho personal, aun cuando la empresa y sus oficinas estaban a 30 minutos del lugar.

Y solo utilizaba el piso que daba la vista a Izuku, para así poder observarlo mejor desde lejos.

¿Izuku lo sabía? La respuesta era no, y no tenía ni por qué enterarse.

Lo que no sabía, es que Izuku ya había comenzado a sospechar. Sin embargo, él trataba de convencerse de que era su propia mente jugándole una mala pasada.

Ese mismo día, en la noche, se fue a dormir en el horario en el que acostumbraba descansar, pero, debido a los acontecimientos que habían pasado en la mañana, no podía dormir. Trató de encontrar una posición cómoda, pero, al voltear su cuerpo y su mirada a la ventana de su habitación, juró haber visto una sombra que lo observaba, desde el edificio de enfrente.

Las luces de la ciudad fueron la fuente que daba la suficiente iluminación para poder observar a su alrededor, totalmente consumido por la oscuridad.

Una sombra; la silueta de una persona, no logró distinguir colores, solo la forma, que se esfumó en un instante, lo que lo llevó a pensar que era definitivamente la falta de sueño en su sistema que lo hacía alucinar.

Necesitaba dormir, no tenía tiempo de ponerse a pensar, ya que, a la mañana siguiente tendría una reunión de trabajo con Shoto. Así que volvió a tratar de dormir.

Tal vez era demasiado ingenuo, tal vez solo se estaba negando a la ya muy presente corazonada que tenía, pero, necesitaba el trabajo; necesitaba la experiencia, para poder salir de ahí.

Shoto se paralizó por un momento.

— ¡Maldita sea! — gritó, enfadado.

Sus ojos habían conectado con los de Izuku.

Creyó que sería buena idea vigilarlo por una última vez, sin pensar que las luces de la ciudad lo delatarían. Sin embargo, al ver de nuevo por el monocular, Izuku estaba completamente dormido.

—💌: Lyra.

Actualización luego de mil años, se me olvido por completo que tenia este fic en curso😿

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 03, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Amor Bajo la Sombra de la Obsesión • BakudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora