Harry Potter : El Villano Final

Ayudante

Trayendo la canasta de frutas que había comprado, Draco caminó lentamente hacia el destino final de esta operación: los grandes almacenes Clear Dip. Eran unos grandes almacenes anticuados de ladrillo rojo. Los muggles sólo pudieron ver un cartel en la puerta que decía "Cerrado por reformas" y no pudieron entrar. Sin embargo, sólo los magos sabían que escondido debajo de los grandes almacenes se encontraba el hospital integral más importante, y posiblemente el único, a gran escala para enfermedades mágicas.

La calle estaba llena de gente, pero bajo el efecto de un hechizo, el Hospital San Mungo quedó bien escondido. Draco caminó hacia una discreta ventana de vidrio. Dentro había una muñeca que había estado desactualizada durante mucho tiempo. Si se lo regalaran a un niño, el niño ni siquiera se inmutaría ante él. El tiempo había dejado algunas huellas y ya no estaba tan limpio como nuevo.

Draco le dijo unas pocas palabras y el muñeco sin vida de repente se movió como si tuviera vida propia. El muñeco asintió levemente y agitó los dedos conectados, indicando que Draco había recibido permiso.

Era muy similar a la pared frente a las tres cuartas partes de la plataforma, pero esta puerta de vidrio era una barrera para el hospital.

Sin dudarlo, Draco se estrelló contra la puerta de cristal, pero no sintió ninguna resistencia. Sólo sintió que había atravesado una cortina de agua. Después de entrar por completo, Draco miró hacia arriba y vio una placa circular colgada en el medio de la puerta del hospital. Era azul oscuro con un fondo rojo de transición. En el medio había un cruce entre un hueso y una varita, que debería simbolizar la identidad del mago y su función curativa. Después de atravesar una puerta de hierro oxidada, finalmente llegó al primer piso del hospital. Esta área era como una combinación de la sala de espera de emergencia, el mostrador de información del hospital y el área de recepción de visitantes. El espacioso pasillo estaba lleno de gente. Los curanderos con túnicas verde oscuro estaban ocupados caminando. Algunos pacientes con enfermedades agudas o lesiones externas graves estaban sentados en sillas a ambos lados, gimiendo de dolor, esperando ayuda.

A diferencia del olor a desinfectante que llenaba el hospital muggle, aquí había todo tipo de olores extraños a hierbas en el aire.

Algunas de las personas que habían tomado la poción por error hicieron todo tipo de cosas extrañas. Siguieron riendo y llorando, y algunos incluso cantaron en voz alta la canción escolar de Hogwarts. Eso le hizo pensar a Draco que había regresado a la ceremonia de apertura de la escuela. Algunas personas incluso pensaban que eran osos, que olfateaban por todas partes en busca de miel dulce. También había personas que caminaban por el pasillo con las manos al revés, probablemente porque se había intercambiado la percepción de sus manos y pies. En resumen, los problemas causados ​​por la influencia de la magia eran todo tipo de problemas extraños que lo abarcaban todo. Los curanderos estaban acostumbrados a ver a estos pacientes que parecían estar locos. Mientras no causaran una gran conmoción, no había ningún problema.

Las personas con lesiones externas graves solían ser las primeras en ser tratadas. Serían enviados al segundo o quinto piso, donde estaban el departamento de lesiones biológicas y el departamento de lesiones mágicas. Los pacientes de estos departamentos solían sufrir lesiones más graves.

También había gente sentada tranquilamente junto a las sillas, leyendo periódicos o revistas que habían traído, como El Profeta. Estos deberían ser los pacientes que acudieron a consulta periódica. Miraron con calma todo lo que les rodeaba.

"Joven, no estás aquí para ver a un médico, ¿verdad?" Draco sintió un ligero golpe en su hombro izquierdo. Se dio la vuelta y vio a un mago con una túnica verde, cejas pobladas y ojos grandes. El mago puso una sonrisa amable y dijo: "Mi nombre es Augustus Pye. ¿Puedes echarme una mano? Este paciente pesa demasiado. "

Draco vio a un hombre inusualmente gordo acostado en una camilla detrás de él. Sus brazos eran casi tan gruesos como su cabeza y su rostro era tan gordo que casi cubría sus rasgos faciales. Era difícil saber si tenía los ojos abiertos o cerrados, o si estaba despierto o dormido, porque nadie podía verlos.

En cuanto a la camilla debajo de él, ya estaba a punto de colapsar. Draco podía oír los postes gemir de dolor y pronto no podría aguantar.

Draco dudó por un momento antes de preguntar: "¿Qué le pasa?"

Augustus dijo impotente: "Estaba sólo un poco gordo, pero no sé de dónde sacó una poción dietética de un mago salvaje. Después de beberla, se volvió así".

"Efectivamente, hay pociones falsas por todas partes", pensó, y luego ayudó con gusto.

Su vacilación anterior se debió a la falta de esterilidad de este lugar. Si se tratara de una lesión externa, sólo podría disculparse con este terapeuta de aspecto amable.

"Joven, eres bastante fuerte." Augustus miró sorprendido al joven. Él y sus colegas sintieron que la presión sobre ellos se redujo repentinamente. "Entonces es un hechizo de levitación". Él reaccionó de inmediato.

Como sanadores, no podían usar su magia como deseaban. Tenían que afrontar situaciones repentinas en cualquier momento y un rastro de su magia podía representar la vida de una persona. Sólo un extraño como Draco podría "desperdiciar" su magia.

Como paciente que había consumido por error una poción falsa, tuvieron que enviar al hombre al cuarto piso: el Departamento de Pociones y Venenos Vegetales.

"Muchas gracias." No fue hasta que enviaron al gordo a la sala que Augustus dejó escapar un largo suspiro de alivio. Se secó el sudor de la cara, le estrechó las manos y se apoyó en la cama para descansar un rato. Luego dijo: "¿A quién vas a visitar?" preguntó Augusto.

Draco dio algunos nombres y Augustus rápidamente le dio algunos números de habitaciones.

"Si alguien te detiene, sólo di mi nombre. No te harán pasar un mal rato". El sanador tuvo una buena impresión de Draco. Después de todo, sólo le había ayudado un poco.

"Gracias." Malfoy asintió.

"Todavía tengo algunos pacientes que atender. Puedes subir las escaleras tú solo". Los nombres que dio Draco estaban todos en el quinto piso, por eso Augustus dijo esto. "Suspiro, no hay suficiente mano de obra". Draco se quejó y luego continuó: "En realidad soy un empleado a cargo del Departamento de Lesiones Biológicas en el segundo piso, pero aun así me consideraron un hombre sano". Solo se atrevió a quejarse de esto frente a extraños porque en realidad era solo un interno que seguía al médico tratante como asistente.

"Aquí no debería haber ninguna relación médico-paciente, ¿verdad?" Al mirar al amigable sanador, sus pensamientos comenzaron a divagar nuevamente. "Sin mencionar las habilidades del mago, los huesos volverán a crecer en unas pocas noches. La mayoría de la gente aquí puede recuperarse fácilmente". Continuó pensando: "Si los problemas realmente llegan a la puerta, realmente no sé si es el médico o el paciente el que está causando los problemas".

Además, había muy poca gente en el mundo mágico. Había un número limitado de ellos, y este hospital podría considerarse el único hospital autorizado. Era como el Hospital Mayo en la sociedad muggle. Dios sabe cuántos peces gordos había detrás de esto. Cualquiera con un cerebro ligeramente normal no iría a causar problemas.

Incluso Lucius donó una suma de dinero a este hospital dos años después con el fin de aumentar su reputación, por lo que fue invitado por Fudge y la familia tuvo la oportunidad de subir al último piso para ver el Mundial de Quidditch.

"¡Pye! ¿Qué estás haciendo? ¡El paciente todavía espera abajo! " Un rugido ahogado llegó desde abajo y el tono estaba lleno de insatisfacción. A la persona de abajo obviamente no le importaba la regla del hospital de no hacer ruido. Augustus, el pequeño asistente, quedó impactado por el rugido. Rápidamente tomó a varias personas detrás de él y corrió escaleras abajo presa del pánico.

"¡Adiós, jovencito!" Augustus no se olvidó de darse la vuelta y despedirse de Malfoy mientras bajaba las escaleras.

"Gracias." Draco también se despidió de él.